Una relación un tanto conflictiva se tiene al momento de evocar a los agentes del orden y a los ciudadanos. Y podrían existir diversos pensamientos con respecto a la institución -en sí misma- y sus integrantes. La ciudadanía bien podría confiar en su accionar o no, sobre todo en momentos de crisis, tomando en cuenta el último episodio de conmoción social, como fue el paro de junio, en el que la actitud, en su preferencia hostil entre ciudadanos y agentes policiales, fue cuestionada. Es por ello que entre las filas suele decirse que están atacando al pueblo o “hacen pelear pueblo contra pueblo”. ¿Existe entre Policía y ciudadanos límites?
Se tiene presente que conformamos, todos, estos hilos que se estructuran como una sociedad, pero, como es primario en la diversidad, en todos sus sentidos, hay elementos que generan roces y también inconvenientes entre quienes están en el deber de ofrecer seguridad y los ciudadanos, los principales beneficiarios. ¿Cuál es el límite del empleo de la fuerza policial?, ¿podría ser la respuesta ciudadana “desproporcional” hacia el llamado de las autoridades para mantener “la paz y el orden”? ¿Cómo se podrían limar las asperezas entre estos dos actores que constituyen la población?
Ley de Uso Progresivo de la Fuerza, ¿necesaria?
Como parte de un proceso para garantizar la seguridad, imprescindible para los elementos policiales y de la fuerza pública, se emitió la Ley sobre el Uso Progresivo, Adecuado y Proporcional de la Fuerza. El 7 de junio de 2022 fue aprobado, por el pleno de la Asamblea Nacional, este proyecto de ley, el mismo que sería enviado al Ejecutivo el 9 de junio para que, desde la Presidencia, se vete total o parcialmente el texto. Finalmente, el proyecto de ley fue vetado parcialmente. El abogado Carlos Carrasco Yépez resumió las “7 particularidades relevantes” del proyecto: en primera instancia se busca “precautelar la vida e integridad de las personas en aras de obtener una seguridad integral” en el país. Una de las condiciones que se tiene que tomar en cuenta es que el proyecto considera a la fuerza como una “respuesta excepcional y de último ratio”.
El uso de las armas de manera proporcional
En este mismo proyecto de ley se manifiesta que el uso de las armas de fuego de dotación será solo “en defensa propia o de otras personas, únicamente en caso de amenazas o peligro inminente de muerte”. También la pueden utilizar para “evitar el cometimiento de un delito”, en el que se atisbe una amenaza de muerte inminente o lesiones. El cuerpo de ley también contempla que se puede emplear el arma para “detener a una persona” o para “evitar la fuga” de una persona que represente una amenaza grave o peligro ineludible de muerte o lesiones.
El caso del policía Santiago Olmedo…
Después de la introducción a cerca de lo que envuelve a la relación entre autoridad y ciudadanía, rozando temas que cercan el uso progresivo de la fuerza, que toma en cuenta la excepcionalidad y la proporcionalidad, es preciso realizar un análisis sobre lo que ocurre con el policía Santiago Olmedo…. Hace más de un año, Olmedo intervino en la interrupción de un asalto en Riobamba; pero, al momento de utilizar su arma de dotación, Olmedo habría terminado con la vida de 2 presuntos delincuentes, de los tres que se vieron involucrados en el crimen. Esto ocurrió el 11 de julio de 2021. En primera instancia, por el delito de extralimitación en la ejecución de un acto de servicio, recibió una condena de tres años y cuatro meses, pero ahora, tras el fallo de la Corte Provincial de Chimborazo, su condena aumentó a trece años y meses.
Reacciones ante el incremento de la pena…
Tras esta decisión judicial distintas autoridades del país expresaron su malestar en contra del caso de Santiago Olmedo. Por ejemplo, empezando por el presidente Guillermo Lasso. A través de su cuenta de Twitter, el primer mandatario calificó como “injusta” a la condena que se le impuso a Olmedo. También manifestó que esta decisión debe ser conocida en el Recurso de Casación “por la Corte Nacional de Justicia”. El presidente confía en “que será revertida” la sentencia. El secretario de la Administración Pública, Iván Correa, también aseguró que “hay opciones que el presidente todavía puede tomar como el indulto”.
¿Una nula confianza al Sistema Judicial?
¿Cuál es el límite que tiene el uso de la fuerza policial?, ¿cómo se mide la proporcionalidad? En Riobamba, también, se han presentado ocasiones en las que los agente del orden son agredidos por ciudadanos. El último caso reportado involucraba a un comerciante informal y a un policía municipal en los exteriores del mercado “Simón Bolívar”, de San Alfonso. ¿Cómo se puede entender esta clase de relación entre los agentes policiales, ya sean nacionales o municipales, y las personas? Durante esta semana, preguntaremos cuáles son estos límites, y su opinión respecto al desarrollo del caso del policía Wilson Santiago Olmedo.