Yagüi Urco en Bolívar: cómo llegar, qué hacer y precios
Yagüi Urco, un destino turístico imperdible en Bolívar, ofrece vistas únicas, columpios panorámicos, camping y eventos bajo el mar de nubes

Yagüi Urco, destino turístico en Bolívar con encanto, reabre su temporada con mejoras, columpios panorámicos, camping y vistas al mar de nubes.
Enclavado en lo alto de la parroquia San Miguel, en la provincia de Bolívar, el mirador Yagüi Urco abre nuevamente su temporada de atención con varias mejoras para el público.
Turismo de altura en Yagüi Urco
Con una vista privilegiada del famoso “mar de nubes”, el lugar se ha convertido en uno de los destinos más románticos y visitados entre los meses de julio a octubre.
El mirador está abierto de martes a domingo y feriados, de 16h00 a 20h00, siendo la hora recomendada para ver el atardecer entre las 17h25 y 18h50.
El ingreso general tiene un valor actualizado de $4 para adultos y $2 para niños. Para quienes desean acampar, el costo es de $7 para adultos y $3,50 para niños, con acceso a servicios básicos como baños, agua, electricidad, parqueadero, internet, y además se incluye leña.
Qué hacer en este destino turístico
Uno de los atractivos más recientes del lugar es la organización de eventos musicales nocturnos los fines de semana planificados, pensados especialmente para quienes pernoctan en el sitio.
«Vinimos a acampar y nos encontramos con música en vivo junto a la luna llena. Fue mágico», comenta Paula Flores, turista de Riobamba.
El sitio ofrece columpios panorámicos, una figura de luna para fotos y una cafetería con bebidas y comidas locales.
«Aquí se respira paz y belleza», destaca Víctor Medina, joven visitante. Sin embargo, moradores recomiendan señalizar mejor el camino de acceso.
Encanto natural en la provincia de Bolívar
Yagüi Urco crece como referente turístico de Bolívar, ideal para quienes buscan desconectarse y vivir la naturaleza.
Su propuesta combina naturaleza, cultura, arte y hospitalidad local. Para muchos, es ya una tradición regresar cada año, desconectarse del ruido citadino y reconectar con la inmensidad del cielo bolivarense.