Tosferina causó alerta epidemiológica: ¿Por qué aumentó casos?
Tosferina causó alerta epidemiológica: ¿Por qué hay un aumento de casos de enfermedades inmunoprevenibles? Epidemiólogo lo explica.

Tosferina causó alerta epidemiológica ¿Por qué hay un aumento de casos de enfermedades inmunoprevenibles? Epidemiólogo lo explica.
El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) provincial ha declarado una alerta epidemiológica ante el aumento inusual de enfermedades inmunoprevenibles como la tosferina y la fiebre amarilla.
El epidemiólogo Cristian Silva explicó, en entrevista con Frente sin Miedo, que esta medida no significa una emergencia sanitaria, pero sí exige responsabilidad y prevención por parte de la población.
¿Qué es una alerta epidemiológica?
Una alerta epidemiológica es una advertencia que se emite cuando el número de casos de ciertas enfermedades comienza a subir fuera de lo habitual.
Se diferencia de una emergencia sanitaria en que esta última se declara cuando el sistema de salud ya no puede responder adecuadamente, como ocurrió durante la pandemia de COVID-19.
Las enfermedades que motivan esta alerta, como la tosferina, son prevenibles con vacunas, por lo que su reaparición preocupa a las autoridades de salud.
¿Qué es la tosferina y cómo se transmite?
La tosferina, también conocida como pertussis, es una enfermedad respiratoria bacteriana altamente contagiosa. Se transmite por vía aérea y afecta especialmente a los niños no vacunados. Sus síntomas incluyen:
- Tos persistente y severa
- Dificultad para respirar
- Complicaciones pulmonares en casos graves
Aunque puede ser grave, existe vacuna y tratamiento antibiótico eficaz, si se detecta a tiempo.
¿Por qué han reaparecido enfermedades prevenibles?
El rezago en las coberturas de vacunación es una de las principales causas del aumento de brotes. Durante la pandemia de COVID-19, muchas campañas de inmunización infantil se suspendieron, lo que dejó a miles de niños sin protección.
A esto se suma el crecimiento de los movimientos antivacunas, que han generado desinformación y resistencia en parte de la población.
“Muchos niños no fueron vacunados, y eso ha abierto una ventana de susceptibilidad que hoy se manifiesta en forma de brotes”, explicó Silva.
La vacunación es clave para prevenir brotes
Silva recordó que tras la pandemia de H1N1 en 2012, Ecuador enfrentó brotes de sarampión y rubéola, que fueron controlados gracias a campañas de vacunación masiva casa por casa.
Por eso, insistió en que es momento de reforzar los esquemas de vacunación y aplicar las lecciones aprendidas durante la pandemia:
- Uso de mascarilla
- Lavado frecuente de manos
- Distanciamiento si hay síntomas respiratorios
- Acceso oportuno a la vacuna
El cambio climático y las enfermedades transmisibles
Otro factor de riesgo es el cambio climático. Las altas temperaturas registradas en Ecuador durante los últimos meses favorecen la expansión de enfermedades transmitidas por vectores, como la fiebre amarilla, propagada por mosquitos.
Aunque esta enfermedad no es común en la Sierra, su presencia en otras regiones obliga a estar alerta.
Aunque la situación no es aún una emergencia, la alerta epidemiológica es una señal de advertencia. La ciudadanía debe mantenerse informada, reforzar las medidas de prevención y, sobre todo, completar los esquemas de vacunación. Las herramientas existen; el reto es aplicarlas.