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Sobrepensar: qué es y cómo dejar de hacerlo según la psicología

El sobrepensar afecta la salud mental y física: aumenta el estrés, reduce la creatividad y dificulta decisiones. Descubre cómo superarlo.

Sobrepensar: qué es y cómo dejar de hacerlo según la psicología
Sobrepensar: qué es y cómo dejar de hacerlo según la psicología

El hábito de sobrepensar o pensar demasiado, conocido también como parálisis por análisis, se ha convertido en un problema común de la vida moderna.

Aunque reflexionar antes de tomar decisiones es necesario, hacerlo en exceso puede generar frustración, agotamiento y efectos negativos en la salud mental y física.

¿Qué significa sobrepensar?

La psicología define el sobrepensamiento en dos formas principales:

  • Rumiación: pensamientos repetitivos y negativos que no llevan a una solución.
  • Proyección: imaginar escenarios futuros catastróficos.

Ambos patrones provocan angustia, elevan los niveles de cortisol (la hormona del estrés), disminuyen la creatividad, alteran el juicio e impiden tomar decisiones acertadas.

Consecuencias del sobrepensar en la salud

Diversos estudios demuestran que pensar demasiado tiene efectos directos en el organismo.

Eleva los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que produce cansancio, insomnio y falta de concentración. Además, reduce la creatividad, nubla el juicio e interfiere en la capacidad de tomar decisiones acertadas.

Un estudio realizado por la Universidad de Harvard reveló que un exceso de actividad cerebral está vinculado con el agotamiento de una proteína esencial para el cuerpo humano, lo que puede reducir la esperanza de vida.

Por otra parte, la rumiación constante suele relacionarse con trastornos de ansiedad y depresión, e incluso con atracones o autolesiones en casos más graves.

La psicoterapeuta Ana Rivera explicó en una entrevista con Diario El Comercio que el sobrepensar puede aparecer como un mecanismo anticipatorio, pero advirtió que con frecuencia está relacionado con trastornos de ansiedad.

Por su parte, el psicólogo Tomás Navarro indicó que

“Necesitamos un pensamiento que nos sane, que no nos enferme ni nos impida ser felices en el día a día”.

Estrategias para dejar de sobrepensar

La buena noticia es que existen diferentes métodos para frenar este círculo vicioso y recuperar la calma:

  1. Reconocer el patrón nocivo. Ser consciente de cuándo se está cayendo en la rumiación o la proyección es el primer paso para combatirlo.
  2. Desafiar los pensamientos negativos. Cuestionar la veracidad de las ideas repetitivas ayuda a reducir su impacto.
  3. Buscar soluciones concretas. En lugar de pensar “¿por qué pasó esto?”, es más útil preguntarse “¿qué puedo hacer ahora?”.
  4. Limitar el tiempo de reflexión. Dedicar 20 minutos al día para pensar y luego enfocarse en otras actividades resulta efectivo.
  5. Practicar la atención plena o mindfulness. Centrarse en el presente mediante ejercicios de respiración y observación ayuda a controlar la ansiedad.

Otras técnicas recomendadas incluyen enfocarse en los sentidos para regresar al presente, usar afirmaciones positivas como “estoy a salvo” o realizar ejercicios de respiración profunda para calmar la mente.

Clave para mejorar la calidad de vida

Aunque pensar demasiado es común, convertirlo en un hábito crónico puede tener consecuencias graves en la salud mental y física.

Identificar el sobrepensamiento, comprender de dónde proviene y aplicar estrategias psicológicas efectivas permite recuperar el equilibrio emocional, tomar mejores decisiones y disfrutar más del presente.

En definitiva, aprender a dejar de sobrepensar no significa ignorar los problemas, sino afrontarlos desde una perspectiva más realista y saludable, evitando que los pensamientos negativos limiten la calidad de vida.

En el Ministerio de Salud Pública (MSP) puede recibir asistencia psicológica llamando al 171 o mediante WhatsApp, haga click aquí.

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