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¿Qué significa siempre acariciar perros en la calle? Según la psicología

Siempre un amigo o incluso tú, tienen la constumbre de acariciar perros en la calle, pero, ¿qué hay detrás de esta conducta? ¿Es bueno o malo?

¿Qué significa siempre acariciar perros en la calle? Según la psicología
¿Qué significa siempre acariciar perros en la calle? Según la psicología. http://laprensa.com.ec

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Acariciar perros en la calle revela más de lo que parece: un gesto emocional que refleja empatía, compasión y bienestar psicológico tanto en las personas como en los animales.

No se trata solo de un acto de ternura. Desde la psicología, acariciar perros en la calle representa una conducta que expone los rasgos más humanos del individuo: la empatía, la paciencia y la necesidad de conexión emocional.

Este comportamiento, que para algunos podría parecer impulsivo o arriesgado, en realidad demuestra una profunda sensibilidad hacia el sufrimiento o la vulnerabilidad de los seres vivos.

¿Qué revela de mí acariciar perros en la calle?

De acuerdo con el estudio Explorando la cadena causal conductual en los patrones de alimentación de perros en libertad en el sur de Irán, publicado por la revista científica Nature, las personas que se acercan y acarician perros callejeros no actúan por simple impulso, sino por compasión.

Según los investigadores, estas acciones surgen de una respuesta emocional genuina, motivada por el deseo de proteger o reconfortar a un ser indefenso.

El estudio identificó que las experiencias positivas con animales refuerzan el hábito de tocarlos o alimentarlos, mientras que las negativas lo inhiben.

Es decir, cada encuentro con un perro callejero no es una acción aislada, sino parte de una cadena emocional que se retroalimenta.

Cuando el animal reacciona bien, la persona asocia el gesto con bienestar, aumentando la probabilidad de repetirlo.

¿Por qué algunas personas lo hacen y otras no?

La respuesta, según los psicólogos, se encuentra en los niveles de empatía y sensibilidad emocional. Quienes se sienten cómodos acariciando perros en la calle suelen poseer una disposición natural hacia la compasión.

Son personas que no temen vincularse afectivamente, aunque el beneficio no sea tangible. En contraste, quienes evitan el contacto suelen tener mayor reserva emocional o temores condicionados por experiencias pasadas.

El mismo estudio también observó que en países como Irán existen motivaciones culturales o religiosas que refuerzan la conducta de cuidar o alimentar a los perros callejeros, asociadas al respeto por la vida y a la solidaridad comunitaria.

Los beneficios psicológicos del contacto con los perros

El acto de acariciar perros en la calle no solo favorece al animal, también beneficia al ser humano.

La investigación Efectos psicosociales y psicofisiológicos de las interacciones entre humanos y animales: el posible papel de la oxitocina, publicada por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señala que el contacto físico con perros reduce los niveles de cortisol —la hormona del estrés— y aumenta la oxitocina, conocida como la hormona de la felicidad.

Este proceso ocurre incluso en interacciones breves y con animales desconocidos.

La sensación de calidez, compañía y ternura que produce el contacto estimula áreas cerebrales relacionadas con la regulación emocional, ayudando a reducir la ansiedad y mejorando el estado de ánimo general.

¿Qué significa emocionalmente acariciar perros callejeros?

Desde una perspectiva emocional, acariciar perros en la calle simboliza una manifestación de empatía universal. Es una forma silenciosa de reconocer al otro, sin importar su especie.

Este gesto refleja la capacidad humana de cuidar sin esperar nada a cambio, de conectar desde el afecto y de reafirmar el valor de la compasión como parte esencial de la convivencia.

Para muchas personas, este simple acto representa un pequeño momento de paz en medio del caos urbano.

El contacto con un perro callejero puede recordar la importancia de los vínculos desinteresados y de la bondad cotidiana. Además, genera una conexión emocional que mejora el bienestar físico y mental de quien lo realiza.

En definitiva, acariciar perros en la calle es mucho más que una muestra de afecto: es un símbolo de empatía y de conexión entre especies.

En un mundo cada vez más acelerado y digitalizado, este gesto sencillo nos recuerda que la ternura sigue siendo una fuerza poderosa, capaz de unir y sanar tanto a humanos como a animales.

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