Sexo en la tercera edad: beneficios físicos y emocionales
El sexo en la tercera edad, es uno de los tabúes que todavía hoy es complicado abordar, pero, ¿Es saludable?

El sexo en la tercera edad no solo es posible, sino también saludable y emocionalmente gratificante.
Aunque el paso del tiempo trae consigo cambios físicos y emocionales, una vida sexual activa después de los 60 años sigue siendo una fuente de bienestar físico, mental y afectivo.
Los beneficios del sexo en la tercera edad son reales
Expertos aseguran que el sexo en la tercera edad fortalece el sistema cardiovascular, mejora la salud cognitiva y estimula el sistema inmunológico.
Además, genera mayor autoestima, confianza y mantiene viva la conexión emocional en la pareja.
«Muchos adultos mayores reportan una vida sexual más placentera y relajada que en etapas anteriores», destaca la psicóloga Clara Rivera, especialista en sexualidad.
¿Qué cambia con los años durante el sexo?
Aunque el deseo sexual puede disminuir con la edad, eso no significa que desaparezca. Es común experimentar:
- Deseo sexual bajo
- Cambios en la erección o la lubricación vaginal
- Molestias físicas como dolor en las articulaciones
- Cambios hormonales y en la energía
- Impacto de enfermedades crónicas como la diabetes o problemas cardíacos
También influyen factores emocionales: la pérdida de pareja, el estrés o la depresión pueden afectar la intimidad.
Superar los desafíos es posible
Una de las claves está en la comunicación: hablar abiertamente con la pareja sobre deseos y límites puede hacer la diferencia. Otras estrategias recomendadas son:
- Buscar ayuda profesional: terapeutas sexuales pueden orientar en nuevas formas de intimidad.
- Consultar al médico sobre medicamentos o tratamientos que afecten el deseo.
- Explorar nuevas formas de conexión física: abrazos, masajes, caricias o simplemente pasar tiempo juntos también cuentan.
Romper el tabú de las relaciones íntimas en la tercera edad es urgente
La sexualidad en la tercera edad sigue siendo un tema poco hablado, y muchas personas mayores sienten vergüenza de expresar sus necesidades.
Sin embargo, la evidencia muestra que una vida sexual activa y saludable mejora la calidad de vida.
Envejecer no significa renunciar al placer. La sexualidad es un derecho a lo largo de toda la vida.
Con apertura, apoyo médico y emocional, la intimidad puede seguir floreciendo aún a los 80 años o más.