NACIONAL

Segundo día de la Novena 2025: Simeón, testigo de esperanza

Guia para el Segundo día de la Novena 2025: Simeón, testigo de esperanza.

Segundo día de la Novena 2025: Simeón, testigo de esperanza

Oración para todos los días

Oración del Papa León XIV por la convivencia común

Jesús, Señor de nuestra historia, compañero fiel y presencia viva,
Tú que nunca te cansas de salir a nuestro encuentro, aquí estamos, necesitados de tu paz.
Vivimos tiempos de miedo y división; levantamos muros que nos alejan,
olvidando que somos hermanos y hermanas.
Envíanos tu Espíritu para comprendernos, escucharnos y convivir con respeto.
Danos el coraje del diálogo, de la fraternidad y de abrirnos al otro sin temor.
Haznos constructores de puentes capaces de reconocer la dignidad de cada persona.
Que la esperanza florezca y la diversidad sea riqueza que nos humaniza.
Amén.

Monición

Queridos hermanos:
Bienvenidos a este segundo día de nuestra Novena de Navidad. Hoy, el testimonio de Simeón nos invita a mantener viva la esperanza de contemplar al Salvador. Abramos el corazón para reconocer a Jesús como la luz verdadera que ilumina y da sentido a nuestra vida, incluso en medio del cansancio o la dificultad.

Esperar con fe la venida de Jesús debe ser nuestra prioridad diaria, para mirar la realidad con esperanza y buscar la paz interior que anhelamos.
Iniciemos juntos diciendo: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Escuchemos la Palabra

Lectura del Santo Evangelio según san Lucas 2, 25-32

Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón justo y temeroso de Dios, que aguardaba el consuelo de Israel; en él moraba el Espíritu Santo, el cual le había revelado que no moriría sin haber visto antes al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu, fue al templo, y cuando José y María entraban con el niño Jesús para cumplir con lo prescrito por la Ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios, diciendo:

«Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo, según lo que me habías prometido, porque mis ojos han visto a tu Salvador, al que has preparado para bien de todos los pueblos; luz que alumbra a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel».

Palabra del Señor.

Reflexionemos

Simeón encarna la espera fiel del pueblo. A pesar de su edad, mantuvo un corazón disponible y confió en la promesa de Dios. Su esperanza perseverante le permitió reconocer al Salvador en la humildad de un Niño y proclamarlo como luz para todas las naciones.

También hoy enfrentamos cansancio, incertidumbre y situaciones que intentan apagar la esperanza. En este día de novena, pidamos la gracia de esperar con confianza, seguros de que el Señor viene por cada uno de nosotros.

Dialoguemos

  1. ¿Cómo vivo la esperanza de Simeón en mi vida?
  2. ¿Qué significa para mí y para mi comunidad que Jesús sea luz para las naciones?
  3. ¿Cómo puedo vivir la espera paciente en momentos de dificultad personal o comunitaria?

Compromiso

Recordar los nombres de mis abuelos paternos y maternos, visitarlos como gesto de gratitud.
Si ya están en la casa del Padre, ofrecer una oración por ellos.

Bendición

Que al concluir este segundo día de la Novena de Navidad, podamos imitar a Simeón como testigos de esperanza.
Digamos juntos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración Final

Concédenos Dios todopoderoso, que, inundados con la luz nueva de tu Palabra hecha carne, resplandezca en nuestras obras la fe que haces brillar en nuestro espíritu.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén

Misal Romano, Oración Colecta misa de la aurora, tiempo de Navidad, pág. 167

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