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Revelan los triángulos amorosos de la serie ‘El Chavo del Ocho’

Triángulos amorosos marcaron a ‘El Chavo del Ocho’, así lo revela la bioserie de Chespirito. Pone en el ojo del huracán a Florinda Meza.

Revelan los triángulos amorosos de la serie ‘El Chavo del Ocho’. http://laprensa.com.ec

La bioserie Chespirito: Sin querer queriendo, ha traído de vuelta episodios poco explorados de la vida personal de Roberto Gómez Bolaños y los vínculos afectivos entre los actores de El Chavo del Ocho, una producción que marcó la historia de la televisión hispanoamericana.

Durante las grabaciones de la serie entre 1973 y 1980, se desarrollaron relaciones sentimentales dentro del elenco. Algunos casos derivaron en triángulos amorosos, rupturas y distanciamientos profesionales.

El caso más conocido y comentado fue la relación entre Roberto Gómez Bolaños y Florinda Meza, quienes iniciaron un vínculo amoroso mientras él seguía casado con Graciela Fernández, su primera esposa y madre de sus seis hijos.

Todo esto, mientras Meza estaba comprometida con el director del programa, Enrique Segoviano.

Según ha relatado la propia Meza en entrevistas posteriores, Gómez Bolaños insistió durante casi cinco años con gestos románticos como poemas, dibujos y largas conversaciones hasta que finalmente ella accedió a iniciar una relación.

El divorcio con Graciela Fernández se concretó en 1989, año en que formalizó su relación con Florinda Meza. Vivieron juntos desde entonces y contrajeron matrimonio en 2004. Permanecieron casados hasta la muerte del comediante en noviembre de 2014.

Triángulos amorosos en El Chavo del Ocho

Antes de consolidar su relación con Gómez Bolaños, Meza tuvo un breve noviazgo con Carlos Villagrán, actor que interpretaba a Quico. Él ha sostenido públicamente que el romance fue iniciado por Meza, y que, con el tiempo, se volvió una “carga emocional”.

En distintas declaraciones, Villagrán afirmó que Gómez Bolaños le sugirió terminar la relación, lo que interpretó como una muestra de celos por parte del escritor y protagonista del programa.

Este episodio marcó un antes y un después en las relaciones internas del elenco. Villagrán y Gómez Bolaños mantuvieron distancias durante años y el conflicto personal se trasladó también al ámbito profesional.

Villagrán salió del elenco en 1978 y no volvió a participar en los proyectos posteriores de Chespirito.

Más amoríos en el Chavo del Ocho

Otro episodio menos mediático, pero igualmente significativo, es el supuesto afecto sentimental que Angelines Fernández (La Bruja del 71) habría sentido por Ramón Valdés (Don Ramón).

Aunque nunca fue confirmado oficialmente, compañeros del elenco han sostenido que Fernández sentía un cariño especial por Valdés.

Tras su fallecimiento en 1988, Angelines permaneció varias horas junto a su tumba, llorando y pronunciando la frase “Te fuiste, mi Roro”, como lo relata la bioserie. Este gesto ha sido interpretado como evidencia de un vínculo emocional más allá de la amistad.

Actualmente, salvo Gómez Bolaños y Valdés, los demás implicados en estas historias, Florinda Meza, Carlos Villagrán y Enrique Segoviano, continúan vivos, aunque mantienen posturas dispares frente a los recuerdos compartidos.

La bioserie ha reactivado el debate sobre cómo estos vínculos afectaron la dinámica del elenco, la continuidad del proyecto y la vida personal de sus protagonistas.

Más allá de la pantalla, El Chavo del Ocho fue también el escenario de amores complejos, decisiones difíciles y emociones que aún hoy siguen generando interés y controversia.

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