El pasado domingo, Ecuador tuvo una consulta popular y referéndum en los que las preguntas no consiguieron la aprobación. Este resultado pone de manifiesto una insatisfacción generalizada y un claro deseo de cambio. Según varios analistas, el país demanda una reorientación de las políticas gubernamentales. Se constata un marcado interés en cuestiones como la justicia, la verdad, la promoción de una convivencia sana, la apertura al diálogo, la capacidad de escucha y el impulso de un desarrollo humano integral que abarque empleo, salud, educación y obra pública.
El mensaje de la ciudadanía es contundente: es urgente que el gobierno revise y redireccione sus acciones y políticas. Ante esta coyuntura, la Iglesia presenta una serie de valores fundamentales que considera imprescindibles para la reconstrucción social y política del país: Asumir la dignidad humana: el gobierno debe colocar en el centro de sus políticas a las personas más vulnerables, a generar espacios de diálogo y a promover la justicia social. Apostar por el Bien común: exige abrir procesos de consenso y a incluir voces diversas en la toma de decisiones.
La opción por la Solidaridad: no dejar a nadie atrás, prestando especial atención a los sectores marginados. Acoger la Subsidiariedad: exige fortalecer las regiones y escuchar activamente a las comunidades locales, desterrando el centralismo. El resultado de la consulta abre importantes retos para el país, entre los que destacan la necesidad de fortalecer la educación cívica y fomentar un diálogo constante entre las autoridades y la ciudadanía.
Se considera imprescindible rectificar aquellas políticas ineficaces y apostar por modelos de participación más abiertos, solidarios e inclusivos. Finalmente, como Iglesia del Chimborazo instamos al gobierno a cambiar de rumbo, escuchar el clamor social y construir juntos una sociedad más justa, humana e inclusiva.
