Conversaciones imaginarias: ¿Qué significado tienen?
Según la psicología, las conversaciones imaginarias pueden ayudar a procesar emociones, planificar interacciones y fortalecer la autorregulación personal.

Tener conversaciones imaginarias es una práctica mucho más común de lo que se piensa y, según la psicología, puede cumplir varias funciones cognitivas y emocionales.
Se trata de simular mentalmente diálogos con otras personas —reales o ficticias— como forma de procesar ideas, anticiparse a escenarios sociales o gestionar emociones.
Lejos de ser una señal de trastorno, diversos estudios señalan que este hábito forma parte del desarrollo normal del pensamiento y la autorregulación.
Psicología explica el tener conversaciones imaginarias
Una investigación de la Universidad de Durham, en el Reino Unido, analizó el fenómeno del “diálogo interno” y concluyó que muchas personas piensan utilizando frases completas, como si hablaran consigo mismas.
Este “discurso interno” activa regiones cerebrales similares a las del habla externa, lo que sugiere que la mente sigue las estructuras del lenguaje aprendido socialmente.
La Universidad de Nevada también ha explorado cómo las personas con mayor tendencia a fantasear recurren con frecuencia a estos diálogos imaginarios, asociándolos con creatividad, resolución de problemas y reflexión personal.
Desde la psicoterapia, se han documentado casos en los que los terapeutas imaginan conversaciones con sus pacientes entre sesiones.
Un estudio publicado por la Escuela de Medicina de la Universidad de Columbia observó que este ejercicio ayuda a elaborar estrategias clínicas más empáticas y efectivas.
Lejos de considerarse un síntoma patológico, esta práctica se ha entendido como una extensión del pensamiento reflexivo en contextos emocionales complejos.
Los psicólogos distinguen varios tipos de conversaciones imaginarias.
Algunas personas las usan para ensayar situaciones sociales, otras para desahogar frustraciones o tomar decisiones difíciles.
En muchos casos, estos diálogos también sirven para fortalecer la identidad personal, clarificar valores o simplemente como una forma de compañía simbólica.
Sin embargo, cuando estas conversaciones se vuelven excesivas o sustituyen el contacto con la realidad, podrían estar relacionadas con afecciones como la ensoñación excesiva o cuadros de aislamiento.
Las conversaciones imaginarias en niños
En el caso de los niños, la Universidad de Yale ha investigado cómo la creación de compañeros imaginarios estimula el desarrollo lingüístico, la empatía y la creatividad.
Estos niños suelen mostrar habilidades avanzadas en juegos de rol y resolución simbólica de conflictos, lo cual ha sido valorado positivamente en el contexto del desarrollo infantil.