Puente 5 de Junio: Historia de obra emblemática en Latacunga
El puente 5 de junio representa la historia, simbolismo y legado de una obra emblemática construida en Latacunga. Conoce sus detalles.

El puente 5 de Junio, estructura emblemática de la ciudad de Latacunga, ha sido durante décadas una referencia vial y simbólica para los latacungueños.
Sin embargo, más allá del nombre que lo ha hecho conocido por generaciones, su historia revela una profunda carga histórica, política y cultural que merece ser conmemorada más allá de una simple fecha aniversaria.
¿Por qué “5 de Junio”? Una conmemoración política
Aunque el puente fue oficialmente inaugurado el 22 de agosto de 1920, la elección del nombre “5 de junio” responde a un homenaje al ascenso al poder del general Eloy Alfaro, figura clave del liberalismo ecuatoriano.
Así lo explica el historiador y genealogista Alonso León, quien señala que el puente se inauguró en esa fecha “por la conmemoración de este aniversario importante para el partido liberal”.
Esta decisión le otorgó al puente un simbolismo político, más allá de su función estructural, ligándolo directamente con uno de los movimientos más influyentes de la historia nacional.
Una de las obras más extensas de su época
Desde su construcción, el puente fue considerado uno de los más importantes y extensos dentro de la vialidad urbana de Latacunga.
Cuenta con 12 arcos de piedra y alcanza una altura de 17 metros, lo que en su momento representó un desafío técnico y una muestra de ingeniería avanzada para la época.
Su construcción se inició gracias a la gestión del entonces gobernador Rafael Antonio Arcos Espinoza, y fue inaugurado en presencia del presidente Alfredo Baquerizo Moreno.
León también destaca la participación del ingeniero italiano Hugo Rampani Cantuti, cuya influencia se extiende en la construcción de varios puentes en el Ecuador.
Una obra que resistió la fuerza de la naturaleza
La historia del puente también está marcada por la persistencia.
Desde 1777 ya existían intentos de construir una estructura similar, pero los eventos telúricos y las erupciones del volcán Cotopaxi frustraban su ejecución.
Antes del puente actual, existió uno más pequeño de solo dos arcos, que no logró resistir las adversidades naturales.
Finalmente, la actual estructura logró consolidarse como un eje central del ingreso y salida de la ciudad.

Testigo del tiempo y de la transformación urbana
Con el paso de los años, el puente 5 de junio ha sido sometido a varias ampliaciones y remodelaciones. En sus primeros años, era el principal punto de ingreso a la ciudad.
Para 1947, contaba incluso con una caseta policial. Estos elementos desaparecieron con la modernización urbana, incluyendo la creación del terminal terrestre.
Hoy, el puente tiene dos carriles, uno de ingreso y otro de salida, y está compuesto por una calzada de pavimento, estructuras metálicas y cemento, incluyendo un parterre central que divide el tránsito vehicular.

Materiales duraderos para una ciudad en crecimiento
Inicialmente, la construcción se realizó con piedra y cal, materiales elegidos por su resistencia, considerando la presión vehicular que ya se sentía en esos tiempos.
“Era el principal ingreso a Latacunga, por eso se construyó con materiales duraderos”, explicó León.
Un nombre que perdura en la memoria colectiva
Desde sus orígenes hasta la actualidad, el nombre “puente 5 de junio” se ha mantenido inalterable, convirtiéndose en un símbolo arraigado en la memoria de los latacungueños.
Más que una simple obra de infraestructura, el puente representa la conexión entre la historia, la política, la ingeniería y el desarrollo urbano de la ciudad.