Perra rescatada en Riobamba tras no ser vendida en la Plaza de las Gallinas
Conoce la historia de Molly, una perra rescatada en Riobamba tras no ser vendida en la Plaza de las Gallinas.

En Riobamba, la historia de Molly, una perrita mestiza rescatada del abandono, se ha convertido en ejemplo de amor y resiliencia animal.
Su propietario, Luis Yuquilema, director de la Escuela de Adiestramiento Canino Molymin, cuenta cómo esta mascota marcó un antes y un después en su vida.
Historia de perra Molly inspiración para la Escuela de Adiestramiento
Recuerda que un 13 de Enero, Yuquilema junto con su esposa buscaban un perro para presentaciones de su escuela. Llegó a la Plaza de Gallinas, donde halló dos cachorras abandonadas.
Ambas estaban en una esquina, temerosas y sin interés de compradores por ser hembras y mestizas. Fue entonces cuando Molly fue rescatada por Luis y su esposa.
La pequeña tenía apenas mes y medio de edad. Estaba asustada, temblaba constantemente y no quería acercarse a las personas. Incluso rechazaba la comida.
La adaptación de Molly a su nuevo hogar
El proceso de adaptación tomó tres semanas. Poco a poco, Molly comenzó a aceptar a su nueva familia y a socializar con quienes la cuidaban.
Los fines de semana viajaba a Bucay, donde la escuela de adiestramiento realiza sus actividades. En cada trayecto, Molly acompañaba a su dueño.
A los tres meses y medio, un accidente cambió su vida. Molly fue atropellada por un carro en Bucay, sufriendo graves fracturas en una de sus patas.
La cirugía que salvó a Molly
Luis la trasladó a Riobamba para recibir atención especializada en la clínica Buen Amigo. Allí, médicos veterinarios decidieron operarla de emergencia.
La cirugía duró siete horas y estuvo a punto de complicarse por un paro cardíaco. Sin embargo, Molly sobrevivió y comenzó un largo proceso de recuperación.
Durante tres meses recibió cuidados intensivos. Aunque quedó con una cojera permanente, logró recuperarse gracias al esfuerzo y dedicación de su familia.

Cómo Molly inspiró el nombre Molymin
En medio de la recuperación, Yuquilema buscaba un nombre para su escuela de adiestramiento. Decidió homenajear a sus dos perritas rescatadas, Molly y Minnie.
Así nació el nombre de la Escuela de Adiestramiento Canino Molymin. Un proyecto que combina formación, conciencia y amor por los animales.
Los nuevos integrantes de la familia canina
El plan de sus propietarios era esterilizarla pues no querían que en sus circunstancias Molly quede preñada, pero su situación y bajas defensas no lo permitian.
Es cuando un perro de la calle preñó a la mascota.
Antes de ser esterilizada, Molly fue madre de cuatro cachorros: Héctor, Lucas, Max y Maggie. Ellos también participan en las presentaciones de la escuela.
Con su historia, la familia Yuquilema aprendió que la vida cambia cuando se decide cuidar y proteger a los animales más indefensos.
Conciencia sobre el abandono animal
Luis recuerda que en cada viaje veía perros abandonados en carreteras y calles. Esa realidad motivó a su escuela a trabajar en campañas de concienciación.
El mensaje que transmiten es claro: el abandono no distingue entre perros mestizos o de raza. Todos necesitan cuidado, cariño y responsabilidad de sus dueños.
Hoy Molly sigue siendo parte fundamental de la escuela y un símbolo de resiliencia. Su historia inspira a las personas a valorar más a sus mascotas.
Para Yuquilema, Molly no solo es una compañera de vida, sino la inspiración de un proyecto que fomenta el respeto hacia los animales en Riobamba.
La Escuela Molymin continúa trabajando con campañas educativas, talleres de adiestramiento y actividades de concienciación en torno al cuidado responsable de mascotas.
Su labor busca que historias como la de Molly se transformen en ejemplos positivos de superación, compromiso y amor por los animales.
Yuquilema señala que no se trata de hacer dinero, su misión es crear conciencia en la gente sobre el abandono de sus mascotas.