El padrino del Mundialito, Dr. Carlos Moncayo, entregó balón de Kendry Páez Matías Joaquín Solano como símbolo de apoyo a su talento.
La entrega de los balones de Kendry Páez sigue llenando de emoción y esperanza a los niños que participaron en el Mundialito Guambras con Fe.
Este campeonato busca fortalecer no solo su amor por el deporte, sino también su bienestar emocional y su desarrollo integral.
Cada balón entregado representa más que un regalo: simboliza apoyo, confianza y una guía para que los pequeños continúen soñando en grande.
En esta ocasión, el padrino fue el Dr. Carlos Moncayo, Director Médico del Hospital Moderno, quien desde el inicio mostró un firme compromiso con el proyecto.
Fue uno de los primeros en aceptar ser padrino, brindando su total apertura para participar en la entrega y acompañar de cerca la experiencia de su ahijado.
Su disposición refleja la importancia que instituciones y profesionales de la salud dan hoy al deporte como una herramienta clave para fortalecer la salud mental en niños y adolescentes.
El Dr. Moncayo entregó el balón de Kendry Páez al estudiante Matías Joaquín Solano, de la Unidad Educativa San Ignacio de Loyola.
Durante la entrega, le dedicó palabras llenas de motivación, destacando el poder transformador del deporte en la vida de los niños.
Lo alentó a entrenar con constancia, disciplina y pasión, recordándole que cada esfuerzo, por pequeño que parezca, construye un camino lleno de oportunidades.
“El deporte fortalece la mente, el cuerpo y los sueños”, expresó el Dr. Moncayo.
Como padrino del Mundialito su mensaje fue más allá de lo deportivo: fue un recordatorio de que los niños necesitan guías, acompañamiento y espacios donde se sientan valorados y escuchados.
Matías, emocionado, recibió su balón como un símbolo de motivación para seguir creciendo como deportista y como persona.
Para él, este gesto representa un impulso que llevará siempre en su memoria.
La iniciativa Guambras con Fe continúa buscando padrinos comprometidos que deseen aportar al desarrollo de más de 30 niños que aún esperan recibir su balón.
