Niño de 9 años murió de balazo en la cabeza mientras jugaba en Daule. La cruel violencia armada marcó a la Navidad en un humilde hogar
La noche del 25 de diciembre de 2025, cuando la Navidad aún respiraba esperanza, el cantón Daule, en la provincia del Guayas, quedó sumido en silencio.
En la parroquia Banife, la risa infantil se apagó abruptamente. Erick, un niño de 9 años, cayó herido mientras jugaba frente a su vivienda.
La calle, escenario cotidiano de juegos, se transformó en tragedia. Un disparo, ajeno a su inocencia, cruzó el aire y encontró su cabeza.
Niño de 9 años murió de balazo ante el estupor del barrio
Según información preliminar, sujetos armados se movilizaban en una motocicleta por el sector aquella noche festiva.
Los disparos, presuntamente dirigidos a otra persona, fueron ejecutados sin medir consecuencias. Una bala perdida selló un destino injusto.
El proyectil impactó directamente en la cabeza del menor, provocándole heridas irreparables.
Familiares y vecinos reaccionaron con desesperación. Lo auxiliaron y lo trasladaron de urgencia a una casa de salud en Daule.
Los médicos hicieron lo posible, pero la complejidad del caso obligó a su derivación al Hospital Francisco de Icaza Bustamante, en Guayaquil.
Durante dos días, la familia aguardó un milagro. Cada hora era una batalla silenciosa entre la vida y la muerte.
La noche del 27 de diciembre de 2025, la peor noticia fue confirmada. Erick falleció pese a los esfuerzos médicos.
Violencia armada enluta nuevamente a la provincia del Guayas
Tras certificarse su muerte, el cuerpo fue trasladado al Laboratorio de Criminalística para los procedimientos legales correspondientes.
Familiares llegaron entre lágrimas, iniciando los trámites para retirar los restos mortales del menor.
El dolor se expandió por Banife. Vecinos encendieron velas, rezaron y exigieron justicia por una vida truncada.
La Policía Nacional informó que los atacantes habrían disparado al aire durante su huida.
Uno de esos proyectiles terminó impactando fatalmente al niño, ajeno al conflicto y a la violencia.
El caso es investigado para identificar a los responsables y esclarecer las circunstancias exactas del ataque armado.
Las estadísticas reflejan una realidad cruda. La violencia armada sigue cobrando víctimas inocentes en el país.
Organismos internacionales advierten sobre el impacto del uso ilegal de armas en comunidades vulnerables.
La muerte lo encontró mientras jugaba de manera
Esta tragedia no es un hecho aislado. Es el reflejo de una sociedad herida, donde la violencia invade espacios sagrados.
La calle donde se jugaba fútbol y se reían los niños ahora guarda un eco de tristeza.
Navidad, símbolo de paz, quedó manchada por el sonido seco de un disparo irresponsable.
Un efectivo policial expresó el sentir institucional tras el hecho.
“Cada vida perdida nos recuerda la urgencia de frenar la violencia y proteger a nuestros niños”: Policía Nacional del Ecuador
El Guayas vuelve a vestir luto. Una familia llora, una comunidad se indigna y un país reflexiona.
La muerte de Erick duele porque era evitable. Porque jugaba. Porque era un niño.
Respuestas a sus dudas
- ¿Dónde ocurrió el hecho? En la parroquia Banife, cantón Daule, provincia del Guayas.
- ¿Qué causó la muerte del menor? Una bala perdida disparada por sujetos armados en motocicleta.
- ¿Está el caso en investigación? Sí, la Policía busca identificar a los responsables.
- ¿Por qué impacta tanto este caso? Porque evidencia cómo la violencia alcanza incluso a la niñez.
- ¿Qué mensaje deja la tragedia? La urgencia de proteger la vida y recuperar la paz social.
