Un músico no vidente dejó un gran legado de lucha y amor en Riobamba. José Lutuala la peleó a la vida por su esposa y sus amadas hijas
Músico no vidente dejó legado de lucha y amor en Riobamba.
Recuerdo cuando me llamó por primera vez… Fue el martes 25 de febrero de 2025…
¡Con seguridad Usted sí me ha visto a mí, soy más conocido que el alcalde; pero, yo nunca lo veré a Usted, se lo aseguro! (dijo como antesala de una sonora carcajada)
José lutuala, músico no vidente (+)
Así de directo habló. Había conseguido mi número y me pedía que cuente su historia…
Músico no vidente fue muy conocido en Riobamba
Me invitó a su humilde hogar, se me hizo difícil llegar, aunque, preguntando-preguntando, lo hice.
Corrían las 12:00, creo era por la calle Costa Rica… Toqué una puerta negra, abrió y me invitó a pasar.
Era un morada sencilla, pero, lleno de dolor, tristeza, muestras de superación y, sobre todo, mucho sentimiento e historias.
La ocasión era la pérdida de su adorada esposa, Maribel Verdugo, cuya historia de amor me impactó y la replico…
‘¿Te acuerdas de mí, soy Maribel Verdugo? ¡Nos conocimos hace 15 años?’. Le dije cómo no, y dialogamos. ‘¿Cómo te va? ¿Te casaste? ¿Qué es de tu vida?’. Le dije del accidente y me dijo que sigue soltera. ‘¡Creo que Dios nos ha puesto en este camino, si quieres ven a Riobamba para dialogar y ver qué pasa!’. Y así fue, yo vine. Nos citamos en el parque Maldonado y juntamos nuestras soledades. Cuando conoció de la relación mi suegro la avaló y, con el tiempo, nos dio su bendición. Nos fuimos a vivir juntos y procreamos 2 hermosas hijas
José lutuala, músico no vidente (+)
Partió a la eternidad pero dejó legado de amor, lucha y dolor
Sonreía cada vez que la nombraba, y hasta noté que se cristalizaban sus ojos…
…Los que, de seguro, pintaban imágenes que solo el noble sentimiento esboza y plasma en colores que muchas veces los que tenemos vista no apreciamos…
Pese a tener discapacidad visual de un 84%, la vida no le impidió que se erija en un virtuoso del órgano, el piano y el acordeón.
Y, precisamente, con este último instrumento se ganaba su vida, que la componían Maribel (en su momento, y sus 2 hijitas.
En 2 ocasiones le robaron su acordeón antes de la pandemia, y eso le hirió en el alma, aunque la solidaridad riobambeña hizo que adquiera otros y siga luchando sin bajar la guardia.
Es que José Lutuala no era cualquier persona, era un hombre que le dio dura batalla a la adversidad…
…A la que derrotó en muchas ocasiones y, pese a sus durísimos embates, no perdió jamás la naturalidad de su sonrisa.
Al ‘adelantarse’ Maribel, destinó todo su amor a sus hijas Adamaris y Samantita, por las cuales luchó con todas sus fuerzas y hasta se atrevió a pedir ayuda a la sociedad, incluidas las autoridades…
…Sin obtener eco alguno.
Pero, superados los 48 años estaría escrito que la Parca vencería, y lo llevaría hacia la Morada Celestial del Todopoderoso, en la que reina la paz y no hay dolor, el que palpó en sus últimos días.
Descansa José, cumpliste tu misión terrena, aunque -con Maribel– estarás oficiando de Ángel de la Guarda de Adamaris y Samantita por y para siempre, en tu misión celestial…
