Murió Eduardo Miño Naranjo del dúo Hermanos Miño Naranjo
Murió Eduardo Miño Naranjo del dúo Hermanos Miño Naranjo, un emblema de la música nacional que conquistó corazones y le cantó a la desilusión.

El músico ecuatoriano Luis Eduardo Miño Naranjo, integrante del icónico dúo Hermanos Miño Naranjo, falleció este jueves a los 87 años de edad.
La noticia la confirmaron sus familiares a medios nacionales, entre ellos Ecuavisa.com. Eduardo residía en Cayambe, donde se llevarán a cabo sus exequias.
¿Quién era Luis Eduardo Miño Naranjo?
Nacido el 17 de diciembre de 1937 en Ambato, fue el mayor de los hermanos Miño Naranjo. Le sobrevive su hermano y compañero musical, Héctor Danilo Miño Naranjo, nacido el 3 de noviembre de 1938.
Ambos formaron uno de los dúos más influyentes de la música popular ecuatoriana, con una trayectoria artística que comenzó en 1958 tras una presentación en el coliseo Julio César Hidalgo de Quito.
Trayectoria de los hermanos Miño Naranjo
Durante casi siete décadas de carrera, los Miño Naranjo deleitaron con pasillos como:
- El Aguacate,
- Invernal
- Tú y Yo
Este último galardonado con cuatro medallas de oro en el II Festival Iberoamericano de la Canción en Barcelona, España, en 1964.
También los reconocieron en otros certámenes internacionales como:
- Festival de la Canción Latina (México),
- Festival de la Flor de Loto (Japón)
- Festival de Verano en Moscú
Últimas presentaciones del dúo Hermanos Miño Naranjo
El pasado 29 de junio de 2024, los hermanos se presentaron en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en Quito, acompañados de la artista peruana Eva Ayllón.
Más recientemente, el 16 de febrero de 2025, habían retornado a los escenarios tras varios años de ausencia, reafirmando su vigencia y el cariño del público.
Los hermanos Miño Naranjo son hijos de Ernesto Miño, reconocido político de izquierda y creador de la tradicional Fiesta de la Fruta y de las Flores de Ambato.
Con la partida de Eduardo, la cultura ecuatoriana pierde a uno de sus grandes embajadores. Su legado musical, sin embargo, continúa vigente en la memoria colectiva de varias generaciones que crecieron con sus pasillos y sus mensajes de amor por el país.