Mujer mató a su hijo con autismo y luego se quitó la vida
Mujer asesinó a su hijo con autismo y se quitó la vida; dejó una carta a su esposo reclamando abandono y falta de afecto

La localidad de Florencio Varela, en Argentina, se vio sacudida por una tragedia que ha generado profundo dolor y debate social.
Micaela Lator, de 47 años, asesinó a su hijo Esteban, de 6 años y diagnosticado con autismo, y luego se suicidó con un arma de fuego.
Mujer mató a su hijo con autismo y se suicidó
Fernando regresó de trabajar cerca de las 19:00h y halló a su esposa muerta en el pasillo.
Al buscar a su hijo, lo encontró envuelto en una colcha, aún con vida pero agonizante, con un disparo en la cabeza.
Murió en sus brazos antes de llegar a pedir ayuda.
Las autoridades determinaron que Micaela murió horas antes que su hijo, lo que indica que el niño agonizó durante varias horas tras recibir el disparo.
En la casa había un revólver calibre 38 y una pistola .22, que habían pertenecido al abuelo de Micaela. La que se utilizó en el hecho fue la .22.
A su vez, los médicos forenses que realizaron las autopsias determinaron que la madre presentaba dos tiros (en cabeza y pecho) y no uno solo, como se creyó en un primer momento.
Por su parte, los peritos constataron que el niño presentaba una herida de bala en el cráneo y que murió entre las 18:00 y las 19:00h, cuando lo encontró su padre.
“Solo te pedía un abrazo para Esteban y para mí…”
Junto a los cuerpos, las autoridades encontraron una carta escrita por Micaela, dirigida a su esposo.
En ella dejaba ver el dolor emocional acumulado, la soledad y el hartazgo por lo que vivía diariamente:
“Ahora vas a poder hacer tu vida, ya no vas a tener que viajar más. Yo solo te pedía un abrazo para Esteban y para mí, un beso a la mañana antes de irte a trabajar. No te pedíamos mucho… No te vamos a mendigar más. Nos vas a recordar toda la vida”.
La carta también reflejaba el rechazo del padre hacia su hijo, según interpretaron los investigadores, pues Micaela le reclamaba su falta de compromiso emocional y negación de la condición del niño.
El niño no hablaba y requería múltiples terapias y acompañamiento constante, Micaela dejó su emprendimiento para dedicarse de lleno a sus cuidados.
Vecinos y amigas la describen como una mujer amorosa, que vivía por y para su hijo, pero que se encontraba emocional y físicamente agotada.
Micaela era insulinodependiente, había sido diagnosticada con menopausia precoz y tenía antecedentes de salud mental, incluyendo un intento de suicidio a los 20 años.

Reacciones de dolor tras muerte de madre e hijo autista
La madre de una compañerita de Esteban, compartió que Micaela se encontraba últimamente angustiada por el futuro de su hijo:
“Me decía: ‘¿Qué va a ser de mi hijo cuando yo no esté?’”
Micaela era además una activista por los derechos de personas con discapacidad, denunciando recortes y falta de acceso a tratamientos.
Su historia obliga a reflexionar sobre cuánto más puede soportar una madre sin apoyo y sin que nadie la escuche.
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