Ministro del Interior de Ecuador confirma la videollamada con ‘Fito’
Ministro del Interior confirmó videollamada con ‘Fito’; no hubo acuerdos y ordenó actuar contra sus bienes, familia y empresas.

En una declaración inédita que pone luz sobre la operación más delicada de seguridad de los últimos años, el ministro del Interior, John Reimberg, reveló que mantuvo una videollamada directa con José Adolfo Macías, alias ‘Fito’, líder de Los Choneros
Esto semanas antes de su recaptura. La conversación, que duró unos 20 minutos, se dio tras insistentes intermediaciones de personas que afirmaban que ‘Fito’ quería entregarse.
Sin embargo, el ministro fue enfático: “No hubo, ni habrá, negociación alguna con criminales”.
Durante una entrevista radial este 1 de julio, Reimberg explicó que desde la fuga del cabecilla del crimen organizado, múltiples emisarios intentaron establecer contacto con el Gobierno.
“Todo el mundo vino a decir que él quiere el contacto… que ‘Fito’ se quiere entregar, pero que teme por la vida”, relató.
Ante estos acercamientos, el ministro accedió a una videollamada, siempre bajo condiciones claras: identificar al interlocutor y no ceder ante ninguna demanda.
¿Qué le pidió Fito en la videollamada al Ministro del Interior?
Según Reimberg, en la conversación ‘Fito’ pidió tres cosas: que no se toquen sus bienes, sus empresas ni a su familia.
Pero la respuesta fue tajante: “Tocamos sus bienes, tocamos sus compañías y tocamos su familia”. Esa acción, recalcó, fue clave para cercar al narcotraficante y debilitar su entorno inmediato.
El ministro también desmintió versiones difundidas por medios colombianos que afirmaban una entrega pactada.
Negó que se haya recibido su ubicación directamente de ‘Fito’ y aseguró que su localización fue resultado de un proceso de inteligencia.
Además, denunció que ciertos grupos políticos intentaron impedir la captura o forzarlo a hacer videos contra el presidente Daniel Noboa. “Pronto diremos quiénes estuvieron detrás”, adelantó.
El Gobierno mantiene su línea: ningún diálogo con el crimen. La llamada existió, la negociación no.