Escalofriante suceso: madre asesina a su propio hijo utilizando drogas, asfixia y una sierra, dejando en shock a la opinión pública.
Una mujer italiana de 61 años, enfermera de profesión y con antecedentes de trastornos mentales, confesó que madre asesina a su propio hijo tras planear el crimen junto a la pareja de este.
El macabro suceso quedó al descubierto cuando la nuera decidió denunciarlo a las autoridades, revelando un homicidio que atraviesa los límites de la crueldad humana
Premeditación y motivos
La confesión reveló un plan cuidadosamente diseñado.
Según su testimonio, el hijo maltrataba a su pareja y ella consideró que eliminarlo era “la única salida”.
«yo misma me encargué del desmembramiento de Alessandro» autora del crimen
El asesinato ocurrió en Gemona del Friuli, al noreste de Italia, un tranquilo municipio que jamás había registrado un caso similar.
Allí, dentro de la vivienda familiar, la madre y la nuera ejecutaron el plan en una noche que dejó huellas imborrables en la comunidad.
El método macabro
El plan se llevó a cabo en varias fases:
- Primero intentaron sedar a la víctima con una bebida mezclada con tranquilizantes.
- Luego le inyectaron insulina para debilitarlo.
- Finalmente lo asfixiaron con una almohada y lo estrangularon con cordones.
El siguiente paso resultó aún más aterrador: la madre asesina a su propio hijo y procede a desmembrar el cuerpo con una sierra de metales.
El cadáver fue dividido en tres partes, envuelto en sábanas y rociado con cal viva para ocultar el olor.
El cuerpo fue ocultado en el garaje, dentro de un recipiente, en un intento desesperado de borrar toda evidencia.
La participación de la nuera
La nuera, de 30 años, jugó un papel clave.
No solo colaboró en el traslado del cuerpo, sino que también participó en la planificación.
Inicialmente ambas intentaron encubrir el crimen, fingiendo que el hombre se había marchado.
Sin embargo, la presión psicológica llevó a la nuera a confesar todo ante la policía, desvelando el macabro asesinato.
Descubrimiento y consecuencias
Gracias a esa confesión, las autoridades intervinieron rápidamente, hallando restos del cadáver en la vivienda.
La investigación reveló que todo estuvo planificado con frialdad.
La madre enfrenta cargos por asesinato y ocultación de cadáver, mientras la nuera está siendo procesada por complicidad e instigación.
Este caso plantea un fuerte debate sobre la violencia intrafamiliar, la salud mental y la delgada línea entre víctima y victimario.
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Impacto social
El caso desató indignación en la opinión pública.
El contexto en el que una madre asesina a su propio hijo simboliza una de las historias más perturbadoras de los últimos años.
Más allá de la sentencia judicial, este crimen deja una herida social profunda y una reflexión urgente: la necesidad de fortalecer los mecanismos de prevención frente a la violencia intrafamiliar y de atender de manera temprana los problemas de salud mental.
