Para los más acérrimos capitalistas y libertarios, a mayor dinero mayor bienestar, pero, en el negocio ilícito del narcotráfico los resultados han sido y son nefastos para las poblaciones involucradas.
Las zonas de producción, rurales en su mayoría, ya agobiadas por la pobreza que el sistema los condena a vivir, sufren la violencia entre organizaciones narcos por su control; por otra parte, las zonas de traslado, puertos y aeropuertos, tomadas por la extorsión, el chantaje, la delincuencia, las convierten en sitios de guerra. Los sitios destino no se libran de la violencia, las ciudades del glamour, donde se da el mayor consumo, donde se generan las millonarias fortunas del ilícito, y los sitios predilectos de los narcos para el derroche, la farándula, el espectáculo ilimitado, donde más cercanos están de los señores de la droga, sufren el peor deterioro de sus sociedades entregadas a la droga.
En la lucha contra el ilícito negocio, para algunos capitalistas y libertarios, parece primar el mantener el sistema económico y político vigente, donde el dinero todo lo puede, que el bienestar del ser humano; lo corrobora su accionar, se ataca el narcotráfico, no por la cantidad en la producción, traslado y consumo, más bien por el pensamiento y posicionamiento político. Argentina, sumida en escándalos de diputados y funcionarios gubernamentales involucrados en el tráfico de drogas por la justicia norteamericana, su gobierno recibe beneplácitos del gobierno liderado por Trump, mientras, países que demuestran su lucha contra el ilícito, son atacados o perseguidos.
El mismo presidente argentino Milei, hoy es investigado y acusado por fraude en las criptomonedas, a través de la misma justicia norteamericana, pero su pensamiento político y económico lo protege, tal vez es el beneficio, de ser cercano a los señores de la droga.
