Descubre las siete colinas de Guaranda, Ecuador, un destino lleno de historia, cultura y naturaleza que resalta la riqueza andina
Entre quebradas, laderas y montañas que se alzan como guardianes, la ciudad de Guaranda conserva una identidad única: la de ser la ciudad de las siete colinas.
Este relieve no solo marca su geografía, sino que también configura una historia espiritual, comunitaria y festiva que se transmite de generación en generación.
Cada colina representa un símbolo natural y cultural. Visitar estos lugares es sumergirse en el alma de la capital bolivarense, donde se entrelazan naturaleza, devoción, fotografía, senderismo y tradición oral.
- San Jacinto: Está ubicada al norte, detrás del barrio El Rosario. Se accede por la calle Bolívar hasta la calle Manuel de Jesús Quijano. Es famosa por su monumento al Sagrado Corazón y por ser punto de partida del Carnaval de Guaranda.
- San Bartolo: Al sur de la ciudad, se llega bajando por Rocafuerte hasta el mercado Sur. Este barrio tradicional es ideal para caminatas y encuentros barriales.
- San Vicente: Se encuentra al suroeste, subiendo por la calle San Vicente desde el mercado 10 de Noviembre. Sus calles reflejan la arquitectura de antaño.
- Zambrano: Al este de Guaranda, se llega desde la vía a San Simón a través de senderos verdes. Es perfecto para caminatas ecológicas y observación de la ciudad.
- San Pedro: Al noreste, detrás del barrio homónimo. Se accede por la Av. Eloy Alfaro, junto al colegio Pedro Carbo. Se celebran allí festividades religiosas.
- El Calvario: Frente al centro histórico. Se llega caminando desde la Catedral por unas gradas de piedra. Destaca por ser la ruta tradicional del Vía Crucis.
- Guarandá o Lloret: En la parte alta occidental. El ingreso es por la Av. 9 de Abril rumbo a Lloret. Desde allí se contempla uno de los mejores amaneceres sobre la ciudad.
Estas colinas forman un anillo simbólico que rodea Guaranda.
Hoy en día, Guaranda apuesta por fortalecer el turismo cultural y comunitario. Las colinas pueden convertirse en una ruta turística organizada, con señalética, puntos de descanso y guías comunitarios.
Además, podrían ser el eje para proyectos de reforestación, senderismo guiado o miradores fotográficos.
Cada colina es un mirador natural, un altar de historias. Quien recorra estas elevaciones, recorre también el alma de Guaranda.
Desde la fe en San Jacinto hasta la meditación en El Calvario, las 7 colinas siguen siendo las guardianas de una ciudad que respira entre montañas
