Hombre se disfrazó de repartidor y asalta a la luz del día
El nuevo modus operandi delictivo preocupa a Guayaquil: hombre se disfrazó de repartidor para ejecutar un asalto violento.

Una pareja que acababa de retirar USD 1 000 de una entidad bancaria en un centro comercial del norte de Guayaquil fue víctima de un violento asalto.
Los hechos ocurrieron en la ciudadela Ietel, la tarde del lunes 4 de agosto de 2025, en un caso que ha causado alarma entre los residentes del sector.
Según las investigaciones preliminares y registros de cámaras de seguridad, los delincuentes habrían identificado a las víctimas dentro del centro comercial y los siguieron discretamente hasta su vivienda.
El ataque ocurrió cuando intentaban ingresar a su domicilio
Cuando la pareja llegó a su casa, fue interceptada por dos sujetos.
Uno de ellos, hombre que se disfrazó de repartidor, simulaba llevar un pedido a bordo de una motocicleta con mochila de entrega a domicilio.
Esta táctica le permitió acercarse sin levantar sospechas.
En cuestión de segundos, el supuesto repartidor sacó un arma de fuego y amenazó a las víctimas.
Durante el forcejeo, la mujer fue empujada al suelo y su acompañante recibió un golpe en la cabeza con la empuñadura de la pistola.
Los delincuentes lograron huir con el dinero y otras pertenencias.
Modalidad “sacapintas” se reconfigura con disfraces de repartidores
La policía investiga este hecho como parte de una posible red delictiva que utiliza la modalidad sacapintas.
Consistente en identificar víctimas que retiran grandes cantidades de dinero y seguirlas hasta un lugar menos vigilado para atacarlas.
Ahora, esta práctica ha evolucionado: el hombre se disfrazó de repartidor para acercarse a las víctimas sin generar alarma.
Las autoridades han advertido sobre un incremento de esta modalidad en zonas residenciales.
Mira el video completo aquí:
Cámaras captaron el momento del atraco
El video del asalto, difundido por medios locales, muestra cómo los delincuentes actuaron con precisión y violencia.
La comunidad ha exigido mayor presencia policial, así como controles más estrictos sobre motociclistas y repartidores que circulan en sectores residenciales.
Este nuevo caso demuestra que la delincuencia en Guayaquil continúa adaptándose, usando estrategias cada vez más audaces para perpetrar robos en plena luz del día.