Los frailes Franciscanos de la Loma de Quito ayudan a madres vulnerables en la ciudad de Riobamba, por el Día de la Madre.
Los religiosos franciscanos de la Loma de Quito brindan ayudan a madres vulnerables de la ciudad de Riobamba.
El mejor regalo que Dios me ha dado es mi madre, dice Juan, quien argumenta que si Dios entregó su vida para salvar al mundo, mi madre derramó su sangre para darme la vida.
Centenares de madres asistieron al desayuno que ofreció la Comunidad Franciscana de la Loma de Quito al sector vulnerable de la ciudad de Riobamba.
También se brindó un agasajo a las madres de familia, generalmente de la tercera edad, de 65, 70 y más años de vida.
Las madres participaron de la misa de 07:30 en el templo de la Loma de Quito a cargo de los frailes de la comunidad Franciscana.
Franciscanos de la Loma de Quito entregó ayuda
Luego desayunaron y para abandonar el convento un grupo de voluntarios planificaron el agasajo con la entrega de alimentos y fundas de ropa.
Para no confundir las donaciones de la gente clasificaron y elaboraron paquetes con fundas de diferentes colores, unas para mujeres, otras para niños y para los varones.
El fray Miguel Cartuche, párroco de San Antonio de la Loma de Quito aseguró que la comunidad religiosa es tan solamente un puente para llegar con la ayuda que entregan las personas solidarias .
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En esta ocasión llegaron alrededor de 400 madres, cada una se llevó una funda de alimentos y otra de ropa como Inés Arévalo, quien agradeció por la ayuda.
Mesías Lema, lleva tres años con su esposa apoyando en la bodega, reciben alimentos, ropa, productos para mujeres, niños y adultos.
El trabajo de don Mesías y de quienes le acompañan es de gran responsabilidad porque tienen que distribuir equitativamente en favor de los necesitados de la ciudad.
Las personas solidarias pueden dejar sus aportes en el secretaria de la parroquia y esos llegarán a los necesitados.
El trabajo de los voluntarios una muestra de solidaridad en la Loma de Quito
- Labor de voluntarios. Mesías Lema, voluntario, es parte del grupo de ayuda en la entrega de los productos, servimos a Dios apoyando a los pobres. El trabajo es clasificar lo que ofrecen los donantes y distribuir a los que necesitan
- Agradecimiento por entrega. Entregan productos a los visitan el convento de la parroquia San Antonio, y cuando un beneficiario agradece a Dios y le da un abrazo, el voluntario se siente feliz porque está cumpliendo su labor de solidaridad.
