USD 36 millones anuales de la Empresa Eléctrica Riobamba S.A. en juego, un fideicomiso podría arrebatar su control provincial a las autoridades.
A espaldas de la provincia de Chimborazo se está forjando la entrega de la Empresa Eléctrica Riobamba S.A.
Tras 65 años de autonomía, se entregaría la administración de sus recursos al Gobierno a través de un fideicomiso, dejando de lado a los accionistas de la provincia, que en conjunto son los mayoritarios.
En este contexto, y mientras avanza este proceso que compromete la gestión de una empresa estratégica para el territorio, se producen hechos que han despertado cuestionamientos en la opinión pública.
Luego del show político de la mañana del 15 de diciembre, protagonizado por los asambleístas de ADN, Mishel Mancheno y Keevin Gallardo, en el que hicieron referencia a la entrega de “cajas con documentación” (que ya tenían en su poder desde junio), surge una pregunta inevitable.
¿Por qué esperaron tanto tiempo para presentar la información en Contraloría? Resulta pertinente que respondan con claridad a quiénes representan realmente: ¿a Chimborazo, que les otorgó su respaldo en las urnas, o al Gobierno de Daniel Noboa? ¿Qué intereses están dispuestos a defender?
Es momento de que definan una postura clara y coherente. Más aún cuando sus denuncias coinciden con el inicio del proceso de contratación del fideicomiso.
Por esta razón, la ciudadanía se pregunta si este “show” está deliberadamente diseñado como una cortina de humo para ocultar lo verdaderamente importante: el despojo de la Empresa Eléctrica Riobamba S.A. de los chimboracenses a través de un fideicomiso
¿Qué significa que la Empresa Eléctrica Riobamba S.A. entre a un fideicomiso?
¿Pero qué es un fideicomiso? Es un contrato en el cual una parte transfiere la administración de ciertos recursos a otra, con el fin de que estos sean gestionados según los intereses o fines establecidos en el acuerdo.
En este caso, el fideicomiso que se tramita transferiría la gestión de los recursos de la Empresa Eléctrica Riobamba S.A. a una entidad externa, lo que significaría que la provincia perdería el control sobre sus propios fondos.
Este fideicomiso manejaría aproximadamente USD 36 millones anuales, los cuales hasta ahora son administrados por Chimborazo y sus accionistas.
De concretarse, todos esos recursos serían gestionados por el fideicomiso, lo que podría generar consecuencias graves, como la falta de inversión en el sector rural, ya que se priorizarían los pagos a las generadoras privadas.
Esto responde a un orden de prelación de pagos claramente establecido: primero, el fideicomiso atendería los pagos con el sector privado.
Luego, el gasto corriente, como sueldos y mantenimiento; en tercer lugar, los pagos a empresas de transmisión, tanto privadas como públicas; y recién en antepenúltimo lugar quedaría la inversión en las parroquias rurales.
En este escenario, el sector más vulnerable de la población sería el principal afectado, es decir, no se podría llegar al campo con electrificación.
Actualmente, los accionistas —los alcaldes de los nueve cantones y la Prefectura— aún tienen la posibilidad de planificar de manera consensuada los proyectos en cada territorio, junto con las juntas parroquiales, para garantizar que la electricidad llegue hasta los rincones más oscuros de Chimborazo.
Esa capacidad de decisión es la que hoy está en riesgo.
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Autoridades provinciales desconocían el proyecto de fideicomiso de la Empresa Eléctrica Riobamba S.A.
Según la información financiera hasta 2024, la Empresa Eléctrica Riobamba S.A. consta como una de las empresas que ha cumplido con todos los pagos obligatorios a los participantes mayoristas del sector eléctrico.
Esto pone en duda la justificación técnica y financiera para la contratación de un fideicomiso.
Si bien existe un decreto presidencial que dispone la constitución de fideicomisos en las empresas eléctricas del país, la Empresa Eléctrica Riobamba S.A. es una sociedad anónima, regida por la Ley de Compañías, donde el destino de la empresa recae en sus accionistas mayoritarios.
Es, además, la única empresa eléctrica del país que aún tiene la posibilidad real de ser defendida por sus propias autoridades.
En este contexto, Diario La Prensa se contactó con varios alcaldes y presidentes de juntas parroquiales para conocer su criterio sobre las acciones de la actual gerencia.
La respuesta fue, en la mayoría de casos, de asombro: aseguraron desconocer completamente el tema. Este hecho ratifica que se estaría avanzando en una decisión trascendental a espaldas de los accionistas y de la provincia.
La revisión de los documentos públicos disponibles en el portal del Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop), específicamente en el “Informe de necesidad de la contratación”, refuerza las alertas.
En el objeto del proceso se detalla textualmente: “Contratación de fiduciaria para la constitución del fideicomiso de administración de flujos de fondos y pagos a favor de los participantes mayoristas del sector eléctrico (PSME)”.
La redacción evidencia que la finalidad del fideicomiso estaría orientada, principalmente, al manejo de recursos y al pago a los participantes mayoristas del sector privado, antes que a las necesidades de Chimborazo.
Hoy, más allá de tecnicismos legales o financieros, lo que está en juego es algo profundamente humano: la capacidad de una provincia de decidir sobre sus propios recursos, de garantizar desarrollo para sus comunidades rurales y de proteger una empresa que durante décadas ha sido construida con el esfuerzo colectivo.
El silencio, la desinformación y la indiferencia pueden costar caro. Porque cuando se entrega una empresa estratégica sin debate ni consenso, no solo se pierden recursos: se debilita la esperanza de un territorio que aún cree en el derecho a decidir su propio destino.
La pregunta queda abierta: ¿realmente la Empresa Eléctrica Riobamba S.A. necesita un fideicomiso? Si quiere saberlo, lea mañana.
