EL ALBOROTO

El pájaro azul de Guaranda: historia, receta y tradición

El pájaro azul de Guaranda es tradicional reflejo de la cultura andina, que elabora los auténticos pueblos bolivarenses.

Cómo se elabora el tradicional pájaro azul guarandeño
Cómo se elabora el tradicional pájaro azul guarandeño. laprensa.com.ec

El pájaro azul de Guaranda no es solo una bebida, es un símbolo de la identidad andina que ha sobrevivido al paso del tiempo gracias a la transmisión oral y práctica entre generaciones.

Este licor artesanal, conocido por su místico color azul y su potente aroma, encierra en cada gota la historia, el trabajo y la cultura de los pueblos de la Sierra centro del Ecuador.

El origen del nombre: entre leyendas y realidades

Existen múltiples versiones sobre el nombre de esta emblemática bebida.

Una de las más conocidas afirma que su efecto embriagador provoca la sensación de tener un pájaro “volando dentro del cuerpo”.

Otras leyendas explican que el tono azul del licor simboliza las montañas y el cielo andino, y que incluso existía un ave mística que solo se aparecía en tiempos de fiesta.

Un relato popular cuenta que en 1937, un avión azul celeste sobrevoló Guaranda y Guanujo.

Los habitantes, sorprendidos por esta máquina desconocida, creyeron que se trataba de un enorme pájaro azul.

Salieron en expedición hacia el Arenal Grande para «cazarlo», llevando panela y anisado.

Durante el viaje, cada vez que se servían un trago, decían: “Tómate un pájaro azul”. Así, nació el nombre del licor que, hasta hoy, es símbolo de las festividades guarandeñas.

Ingredientes y elaboración: un proceso artesanal

La elaboración del pájaro azul comienza en los campos de caña de azúcar, donde el machete y la precaución son herramientas esenciales.

Las plantaciones densas, húmedas y sombreadas no solo protegen la caña, sino que también albergan peligros naturales como las serpientes mata caballos, que se sienten atraídas por el dulzor de la planta.

La caña requiere entre 12 y 18 meses para madurar, dependiendo del clima, tipo de tierra y variedad cultivada.

Luego de la cosecha, la caña se traslada al trapiche, donde se extrae el jugo. Este se deja fermentar a temperaturas entre 20 y 25 °C durante al menos ocho días, produciendo alcohol de manera natural.

Finalizada la fermentación, comienza el proceso de destilación. En la primera etapa, los vapores alcohólicos son capturados mediante un brazo refrigerante y almacenados.

En la segunda destilación, se añaden ingredientes como anís molido, hojas de mandarina, hierbaluisa, piña, guineo, gallina, panela e incluso carbón, que actúan como purificadores naturales.

El resultado es un licor potente, de entre 45 % y 55 % de volumen alcohólico, libre de colorantes o conservantes artificiales.

Su característico color azul es un secreto bien guardado por los productores, que garantizan un producto 100 % natural.

Rituales, medicina y economía

Al finalizar la elaboración, es tradición servirse un «taco» de trago para evaluar la calidad del licor.

Este gesto no solo es un control de calidad, sino también un ritual de cierre que reafirma la conexión entre el productor y su creación.

Más allá de su función festiva, el pájaro azul también tiene usos medicinales. Manuel Cornelio, curandero de Echeandía, lo emplea en limpias espirituales, como repelente natural de mosquitos y para tratar resfriados, mezclándolo con miel y limón.

Incluso afirma que tiene propiedades beneficiosas para la piel y el espíritu.

Económicamente, el pájaro azul representa una fuente de ingresos clave para la región. Su producción genera empleo para agricultores, destiladores y comerciantes.

Durante fiestas como el Carnaval de Guaranda, la demanda se dispara, atrayendo turistas y dinamizando la economía local.

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Nuevos sabores, el mismo espíritu

En la actualidad, productores como Augusto Paucar y Dayana Cunalata han apostado por innovar sin perder la esencia.

Han desarrollado líneas de licores saborizados con chocolate, menta, mandarina, fresa, coco, uva y otros sabores que buscan conquistar a nuevos públicos, especialmente jóvenes que prefieren opciones más suaves y afrutadas.

El precio del litro varía desde $2.50, con descuentos por compras grandes.

Están disponibles en locales de Guaranda, Guanujo y Echeandía, en diferentes presentaciones, manteniendo viva una tradición que evoluciona sin perder su identidad.

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