Entre el conflicto político, la negligencia administrativa, el des criterio e irresponsabilidad estos festejos evidenciaron todo lo mal que puede hacerse en una ciudad para boicotear sus fiestas conmemorativas a los 491 años de Fundación.
Quito inmersa en conflictos políticos evidencia la distancia entre el ejecutivo y la autoridad local, la negligencia y tardía convocatoria de los procesos de contratación por parte de la municipalidad más las observaciones del SERCOP impidieron la realización de varios eventos, entre ellos la serenata que anualmente la ciudad representada por su alcalde brinda al presidente, gran pretexto para evitar un acercamiento que seguro es necesario para las obras que la ciudad necesita.
Pero además el des criterio municipal expuso su máximo nivel al autorizar la realización de una obra de grupos Drags en el museo de la ciudad, lo cual para los católicos constituye una ofensa brutal y un sinónimo de la desconexión que las autoridades tienen con sus ciudadanos.
La cereza en el pastel la pusieron las famosas chivas, que inundan la ciudad generando contaminación visual y auditiva, sin controles ni autorizaciones correspondientes dando como resultado accidentes y riñas que incomodan y exponen a sus usuarios.
Balance negativo de esta deslucida conmemoración que debe dejar enseñanzas para que esto no vuelva a suceder.
