Poder Local Independiente
Los gobiernos locales deben, obligatoriamente, mantenerse como un contrapeso autónomo frente al gobierno central. En democracias frágiles como la nuestra, es muy común que el gobierno central adopte una estructura hiperpersonalista, donde el ejecutivo termina dominando también las diferentes instituciones de los demás poderes estatales. Una de las tantas maneras potentes con las que cuentan las naciones para construir un verdadero equilibrio de poder es que los gobiernos locales compitan con el gobierno central.
Es grave lo que ocurre en las administraciones locales actuales cuando, en nombre de la “gobernabilidad”, los gobiernos locales ceden el poder al gobierno central. Los gobiernos locales están justamente para lo contrario: las verdaderas políticas públicas nacen “desde abajo”, donde la ciudadanía propone, el gobierno local regula y ejecuta, y el gobierno central simplemente garantiza las condiciones para que cada entorno se desarrolle según sus propias necesidades.
Mientras las agendas políticas no sean endógenas y sigan contaminadas por las intenciones personalistas del gobierno central, las provincias seguirán siendo únicamente capital político y las necesidades de la gente quedarán a la espera de la voluntad gubernamental.
