¡Llamado de atención para rectificar!
El pasado domingo, 16 de noviembre del año en curso, la mayorìa del pueblo ecuatoriano, dijo NO, a las preguntas planteadas en la Consulta Popular y Referéndum, lo cual representa un revès polìtico para el presidente, Daniel Noboa, pero esta decisiòn popular, no responde a intereses partidistas, sino, a un país que espera respuestas concretas, sinceras y verdaderas, a sus acuciantes necesidades.
Ha sido una expresión y el pronunciamiento del auténtico pueblo, del ciudadano de a pie, aquel que camina sin rumbo fijo, con la esperanza de encontrar un trabajo, que le permita llevar el sustento econòmico hasta su hogar, pero solamente encuentra frustración, decepción y desengaño, en un país, donde las oportunidades para trabajar, son escasas.
Definitivamente, el triunfo del NO, pertenece al electorado, y no a partidos o figuras políticas, porque si nos centramos en analizar el clamor popular en cada provincia, cantón, parroquia o comunidad rural del Ecuador, podremos comprender y entender que los requerimientos sociales, son acuciantes y considerables, lo cual ha venido ahondado, la inconformidad y preocupaciòn ciudadana, que se tradujo en la respuesta que plasmó el pueblo en las urnas, porque el respaldo no solo se consigue en los discursos, sino, en las acciones que logren atender las demandas populares.
La inseguridad que soporta el país, el desempleo, los despidos de empleados en las entidades pùblicas, la falta de oportunidades para trabajar, la crisis institucional del IESS y en el Ministerio de Salud, por la falta de medicinas, insumos e implementos médicos en los hospitales estatales, y sobre todo, la incesante represión de las fuerzas del orden, contra las protestas populares, pesaron mucho màs que las preguntas del Referéndum y Consulta Popular, y el pueblo hizo un llamado de atenciòn al Gobierno Central, para que rectifique, reoriente y replanifique su trabajo, para resolver las urgentes necesidades de la mayorìa de ecuatorianos.
Señor Presidente de los Ecuatorianos, es el momento de centrarse en escuchar y dialogar con todos los sectores políticos, sociales y populares, incluso con los que hacen oposición, pero acudiendo a territorio, en mesas de trabajo, para encontrar acuerdos, consensos y propuestas responsables, que ayuden a reforzar el trabajo que permita mejorar la situación del país, dejando de lado inùtiles confrontaciones, que no contribuyen al desarrollo y progreso de los pueblos.
