COLUMNISTAS

LA TAREA CONTINÚA

Una vez que Vargas ordenó la terminación del paro, la tarea que queda es muy grande.

La verdad es que NO se justifica la barbarie que se vivió en Imbabura y sus alrededores, con cierre de carreteras, rotura de parabrisas, ponchada de llantas, agresiones a los dueños de los locales comerciales, ataque a las florícolas y sus trabajadores por el delito de trabajar honradamente.

La fuga de diesel, a Colombia y sobre todo a Perú ($ 4,26 el galón), era y sigue siendo escandalosa, se benefician contrabandistas, mineros ilegales, narcos y gente adinerada, además se ha multiplicado el robo de combustibles en los poliductos (millones de $.)

Entonces, la violencia no es política, es economía ilegal. Es impresionante la mutación producida en Otavalo, carros de alta gama, pomposas casas, dinero circulando muy rápido. Es muy claro que los ponchos y chalinas cubren una corrupción crónica, empeñada en lavar el dinero sucio del narcotráfico y de la minería ilegal.

También enfrentar la minería ilegal, que expolia la riqueza de los ecuatorianos, producen un daño enorme a la naturaleza al envenenar agua, suelo y aire en esta zona, la flora y la fauna están tocadas de muerte, violan los derechos humanos de los contratados, destruye comunidades enteras y es motor imparable de corrupción y enriquecimiento ilícito.

Otavalo dejó de ser un centro de cultura, de arte, de paz, donde todos sus visitantes apreciaban la calidad humana de sus habitantes, su comida, sus tejidos, su música, sus artesanías. “Lo que alguna vez fue una joya del turismo nacional, hoy parece un reflejo cansado, diluido en la Cascada de Peguche que ya nadie visita”.

El fin del paro NO es una generosidad de los dirigentes de la CONAIE, el paro era sostenido por una minoría de minorías, es decir, la propia organización (minoría en el país), no tenían el apoyo de su propia gente.

La CONAIE, nunca exigió combatir al narcotráfico, la minería ilegal, el contrabando de combustibles, el crimen organizado.

Se debe atender al sector campesino, involucrar a ministerios, sector privado, universidades, llegar con recursos económicos y técnicos para sacar adelante a este sector importante para el desarrollo del país, eliminar las cadenas de intermediarios que les explotan y enriquecen.

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