Increíble pero cierto, en los últimos días, ha demostrado el gobierno la capacidad más latente de cómo se debe actuar en contra del pueblo, soltando a las fuerzas armadas y policía cual perros feroces atacar al pueblo que lo eligió, pero nadie sabe ni nadie supo, como este personaje forjado como burla incorpórea de la política nacional, no entiende ni entenderá quien es el mandante y quien es el mandatario, porque la nube en la que viaja.
Le nubló todo sentido de responsabilidad social y criterio humano, siendo sostenido por la prensa y medios flatulentos en el poder, que por supuesto no es eterno, daña vidas, corre como lobo hambriento, descarna la vida de la sociedad civil culpándola de no dejarle trabajar, metiendo cizaña y calumniando a todos quienes se le ponen en frente.
Pero lo más servil de todo es la prensa rastrera y vendida que por dos mendrugos es capaz de dar su alma al diablo, pero que lo sepan todos, eso se acaba, lo rastrero quedará para la posteridad y la credibilidad se irá por un caño, malos vientos retumban a la hermana provincia de Imbabura, pero ellos quedarán y serán la vívida demostración que la infamia nunca corona, la insolencia de querer imponer su poder, a costa de quitar a quienes no están de acuerdo, a quienes le estorban, solapado por la hipocresía mediática ha fracturado al pueblo.
Se nota la indigna forma de apoyar a un advenedizo que se ha despojado de todo pudor y se ha vendido a las grandes decisiones de la mafia económica del norte, acabándonos, insultando nuestra inteligencia, apoyando y calumniando, así convencen al desinformado. Pero porque está sucediendo todo esto, porque todos nos hemos hecho los de la vista gorda, vemos y callamos, mientras los militares y policías arremeten en contra del que no está de acuerdo, la inseguridad campea, digna hija de la indolencia, así estamos y estaremos por un buen tiempo.
