Hoy en día la educación está en crisis y nomas no es por la falta de presupuesto, es por la falta de conciencia y concientización que se evidencia en los alumnos de los colegios, o es cuestión de todos los adolescentes que creen que la vida y el respeto es cosa del pasado, avanzaba por mi sector, y de pronto me topé con una escena que ya para mí es cotidiana.
Chicos de los colegios aledaños estaban tomando, engallados por los tragos encima, creen que el mundo y quienes giran a su alrededor no deben siquiera regresarles a ver porque simplemente son ellos tomando y demostrando así su valentía y heroica forma de vivir la vida, un poco mal un poco bien.
Caminaban conversando en voz alta y sacando la bebida de la mochila la cual se debería usar para definitivamente llevar los libros, pero no señor cargan las botellas que los alcoholizará y para pasar el mal trago lo combinan con jugo de naranja, aquellos ya más fogueados se prenden un cigarrillo, y por fin como hombres y mujeres bien vividas proceden a desquiciarse con el trago que está matando a nuestra juventud.
Las autoridades de los colegios por su parte se hacen los de la vista corta y pasan de ladito, evitando cualquier lío que se forme con la actitud de estos chicos que en la adolescencia no obedecen ni a Dios ni a sus padres, pero siempre me he preguntado qué estamos haciendo como entes sociales, y que hacemos como padres para que esto no se trastorne.
Lamento tanto mirar a mi alrededor y sentir la nostalgia de aquello que puede ser más útil para quienes no pueden salir de sus propias adicciones, y se hunden con fuerza en las tormentas oscuras de las malas decisiones, esperemos que la conciencia no llegue tan tarde, y se puede rescatar de alguna manera a los chicos que potencialmente serán, los futuros agresores de una sociedad en decadencia.
