COLUMNISTAS

El paro y el desgaste

¿Qué tanto pueden durar las movilizaciones y en qué punto se empezarán a desgastar? Es la pregunta que se hace el Gobierno ante su estrategia de desgaste que espera el cansancio de los protestas que termine disipando las razones de la paralización, es una estrategia que se escapa de la influencia de control directo del Gobierno porque primero nadie nos asegura ese desgaste pero, principalmente porque mientras los días pasan.

El Gobierno puede cometer un error, una política pública mal dado, un escándalo o cualquier evento azaroso que haga que la queja ante la eliminación del subsidio al diésel se convierte en una queja hacia el ejecutivo en general, eso en política pasa más de lo que se esperaría, porque hay circunstancias que están fuera de nuestro control.

Mientras todo eso sucede, el movimiento indígena se atrinchera contra su voluntad en las provincias de Imbabura y Carchi con más fuerza y en menor medida en Cañar, Chimborazo o Azuay, con un gobierno que cambia su sede a lugares menos polarizantes como Latacunga, impidiendo la articulación popular del movimiento indígena con otros grupos suburbanos como universitarios, colectivos de izquierda, feminismos y otros que permiten hacer crecer la manifestación en una ciudad siempre propensa a dar crecimiento al rechazo al poder de turno.

En este punto, parece ser que el desgaste es una posibilidad real pero, también a costa de dejar por más tiempo a Imbabura bloqueada, porque el gobierno con el último comunicado y los vídeos que han publicado del ataque que sufrió la caravana presidencial demuestran que su estrategia es moral, mientras más desacreditados estén quienes se movilizan más fácil va a ser debilitarlos frente a la opinión pública según el ejecutivo.

Mientras tanto el aguante estoico parece ser el mantra de la clase media, que al igual que hace Milei en Argentina, permite a Noboa alargar sus tiempos para presentar resultados tangibles de sus acciones de gobierno, bajo esta expectativa de que se está trabajando para ello o que son otros los que lo bloquean, es decir la Constitución o los jueces de la corte constitucional pero, ni el aguante, ni el desgaste duran 100 años, ni hay pueblo que lo soporte.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba