Estas líneas no son una propuesta administrativa, son un llamado a docentes y padres de familia para que tomen en cuenta la necesidad de inculcar en niños y jóvenes las ideas de solidaridad y pertenencia.
Me explico, los seres humanos tendemos a centralizar nuestras emociones y deseos únicamente en nosotros mismos, sin tomar en cuenta las necesidades y sentimientos de los demás, esta tendencia se acentúa por las prácticas sociales que promocionan el triunfo a cualquier precio.
Digo entonces que, es necesario, especialmente en escuelas, colegios y por supuesto en cada hogar, enseñar a niños y jóvenes a ponerse en los zapatos de los demás, entender sus necesidades y actuar en sintonía con estas.
Me podrán decir que, semejante propuesta es una fórmula de fracaso seguro, pues la sociedad está diseñada para la felicidad de los ganadores y aquellos que no se alinean con sus estándares de éxito son perdedores seguros. Yo pienso lo contrario.
Pienso que las relaciones humanas son un factor determinante para alcanzar el éxito legítimo, me atrevería a decir que, sin buenas relaciones interpersonales, son inútiles los títulos o conocimientos adquiridos.
Las buenas relaciones humanas se cultivan precisamente aprendiendo a ponerse en los zapatos ajenos, valorando la opinión y gustos del otro, no criticando, sino apoyando las cosas valiosas que haga nuestro prójimo.
Por otra parte, descentralizarnos y ver más allá de nuestros intereses implica una actitud de pertenencia con la sociedad, con la naturaleza y por lo tanto nos transforma en agentes de solución a los problemas sociales y ambientales que enfrentamos.
Para terminar, a estas alturas de mi vida, valoro más una buena calificación en relaciones humanas que un promedio académico de 10 sin empatía y solidaridad ¿Qué opina usted inteligente lector?
