COLUMNISTAS

AMENAZA LETAL

Ecuador se desangra en violencia, el mundo asiste a un momento crítico, sobre todo por el futuro de los jóvenes que no encuentran claramente un horizonte seguro pese a que muchos han estudiado y tienen bajo el brazo maestrías, diplomados y más. Lo que sucede aquí ocurre también en países que se dicen civilizados, quienes enfrentan una amenaza mortal por el consumo de drogas que crece cada día, pese a que se conoce cuáles son las consecuencias a mediano y largo plazo.

Esta actividad criminal que enriquece a pocas personas y la mayoría sucumbe en el camino porque son asesinadas o encarceladas, deja secuelas imborrables para familias y la misma sociedad. Hace pocos días se conoció un hecho lamentable de cuatro jóvenes ecuatorianos que bajo los efectos de las drogas cometieron un asesinato cruel a una amiga de ellos, truncando el futuro de sus cortas vidas. Estos y muchos otros execrables hechos se dan al amparo del “negocio” de las drogas. 

Estados Unidos ha lanzado una ofensiva directa y frontal a estas acciones, ya que parte importante de su población está siendo diezmada por el consumo de estupefacientes, hecho que le cuesta cientos de miles de millones de dólares y ha declarado terroristas a los grupos que orquestan este infame proceder.

Pero no solo la salud mental de la gente es la víctima, también la economía es otra atacada con la presencia del lavado de estos ingentes recursos, dineros que son introducidos en la vida cotidiana a través de negocios pantalla que se encuentran en todas partes, inclusive en nuestra ciudad, que todo el mundo habla, conoce,  hasta les compran, alimentando y contribuyendo con este proceder estas malas acciones, pero nadie puede probar por lo difícil de conseguir pruebas fehacientes, y porque las instituciones que deben hacer su trabajo en este sentido tampoco lo hacen.    

Los gobiernos realizan esfuerzos supremos por erradicar el tráfico y consumo, sin embargo no van a la fuente, destruir todo tipo de plantación de coca y control absoluto de insumos para el procesamiento de drogas de origen vegetal y sintéticas. Los gobiernos, sobre todo los políticos, son también los culpables del fracaso, por no atender las necesidades primarias de la gente como educación, salud y creación de fuentes de trabajo, evitando que se distraigan en actividades ilícitas. Este descuido quemimportista al final cuesta más caro, que invertir en dar mejores posibilidades de vida a los pueblos.  

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