Hoy domingo 14 de diciembre es el tercer domingo de adviento, para quienes somos católicos practicantes es el tiempo previo a la navidad que sirve para prepararnos y reflexionar en lo que realmente esto representa que es la llegada y nacimiento de nuestro señor Jesucristo.
La sociedad contemporánea ha reducido la navidad a la fiesta del día 24 de diciembre y se olvidó que esta conmemoración debe servirnos para trabajar en nuestros corazones.
Las palabras que expresamos a nuestros familiares y amigos al desearles feliz navidad deben convertirse en acciones cotidianas donde la bondad y sinceridad primen en los actos que realizamos, es decir pasar del deseo enunciativo a la acción pragmática.
El mercantilismo que envuelve a estas fechas ha hecho olvidar la esencia y lo básico de este periodo que es la oración, la reflexión, el ayuno, la penitencia y la entrega.
Hagamos que estos días de adviento representan cambios importantes marcando una impronta de reconciliación, entrega y respeto con amor a nuestros semejantes.
