Día Mundial de la Hamburguesa, por qué el 28 de mayo celebramos este ícono global de sabor, cultura y generaciones
Cada 28 de mayo, millones en el mundo celebran un plato que trasciende culturas y generaciones se celebra el día de la hamburguesa. Pero, ¿por qué esta fecha?
Todo apunta a Louis Lassen, un inmigrante alemán que en 1900, en Connecticut, sirvió carne entre dos panes a un cliente apurado.
Sin saberlo, nacía la hamburguesa moderna.
Aunque otras versiones señalan a Charlie Nagreen, en Wisconsin, o incluso a marineros en Hamburgo, lo cierto es que esta creación se ha ganado su lugar en la historia… y en nuestras mesas.
Más allá de debates históricos, el Día Mundial de la Hamburguesa rinde homenaje a un plato que se reinventó mil veces, pero que nunca pierde su esencia.
De Hamburgo al mundo: la evolución de un ícono culinario
En el siglo XVII, los trabajadores portuarios en Hamburgo comían un sándwich llamado “Rundstück warm”: pan redondo, carne de cerdo y gravy.
Esa idea cruzó el Atlántico y, en Estados Unidos, se convirtió en el famoso “Hamburg steak”.
En ferias y calles, se transformó en lo que hoy llamamos hamburguesa. Pronto llegaron los toppings, las salsas, el queso y la lechuga.
Con el siglo XX, vinieron las cadenas de fast food, la industrialización… y luego, la revolución gourmet.
Hoy, la hamburguesa no es solo comida rápida.
Es cultura, creatividad y sabor universal. Se sirve con trufas en restaurantes de lujo o con ají y papas fritas en cualquier esquina de Latinoamérica.
Tiene opciones veganas, vegetarianas y sin gluten.
La hamburguesa no discrimina, une al mundo en un solo bocado.
Una mordida que cuenta historias
El 28 de mayo, más que celebrar un alimento, celebramos una historia de transformación.
Desde las sobras del puerto hasta las cocinas más sofisticadas del planeta.
Porque la hamburguesa es más que pan y carne: es identidad, globalización y placer.
Así que hoy, tómate un momento. Muérdela, disfrútala y recuerda: estás saboreando siglos de historia.
