Desde hace mucho tiempo atrás, la provincia de Chimborazo y sus habitantes, han venido soportando, con desazón y preocupación, la falta de unidad de las autoridades seccionales y gubernamentales competentes, porque nunca observamos que exista predisposición y deseos sinceros de fortalecer y emprender, un trabajo conjunto, articulado y coordinado, que permita consolidar y ejecutar, planes, proyectos y programas, en todas las cabeceras cantonales y parroquiales, asì como en las comunidades rurales de los 10 cantones de nuestra jurisdicción puruhá.
Siempre escuchamos a nuestros gobernantes administradores de los recursos del Estado, convocar a la unidad provincial, aunar esfuerzos y sentarse en mesas de diálogo, para conversar de las acuciantes e imperiosas necesidades que se mantienen vigentes, y plantearse acciones y compromisos, pero llegada la hora de la verdad, nunca logran plasmar ni concretar, en hechos fehacientes, las inquietudes y requerimientos ciudadanos, porque cada cual, camina por sendas distintas, porque más les gusta promocionarse, figuretear y aprovecharse de su condiciòn de autoridad pública, para utilizar los recursos logìsticos, humanos y económicos institucionales, en su propio beneficio, con cálculo político.
La desunión y la falta de un verdadero compromiso con la ciudadanía chimboracense, sumado al incumplimiento de los planes de trabajo y promesas que siempre mencionan al inicio de su gestión, las autoridades seccionales de elección popular y los funcionarios gubernamentales, representantes del Poder Central en Chimborazo, mantienen en el abandono y el subdesarrollo a nuestra alicaída y olvidada provincia.
Por favor, autoridades de elección popular y representantes del Gobierno Nacional en Chimborazo, trabajen unidos, sin celo ni egoísmo político, dediquen su valioso tiempo, a generar iniciativas e ideas, para superar el estado de postración socioeconómica y productiva, en la cual está sumida nuestra provincia, no estén solamente pensando en ser futuros candidatos y seguir viviendo de la política, claro que están en su derecho, pero no utilicen su función pública ni su autoridad, para obtener provecho y beneficio personal.
¡Y si quieren ser candidatos!, aprendan a ganarse la voluntad del pueblo, pero con trabajo, sin engaños ni vanas promesas, con humildad y sinceridad.
