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¿Cómo afecta la pornografía al cerebro, según la psicología?

La pornografía afecta el cerebro activando su sistema de recompensa; la psicología advierte cambios similares a los observados en adicciones.

¿Cómo afecta la pornografía al cerebro, según la psicología?
¿Cómo afecta la pornografía al cerebro, según la psicología? https://laprensa.com.ec

El consumo de pornografía, según expertos en psicología, puede afectar el cerebro al alterar su sistema de recompensa, modificar la conducta sexual y generar consecuencias similares a las de una adicción.

Investigaciones recientes en neurociencia y salud mental han comenzado a explicar cómo este tipo de contenido influye en la forma en que el cerebro procesa la recompensa, el placer sexual y la conducta.

La psicóloga y sexóloga Anna Gil Wittke conversó sobre estos temas con Alejandro Villena, también psicólogo y sexólogo, y autor del libro ¿POR qué NO?, quien expuso diversas evidencias científicas que ayudan a comprender este fenómeno.

Riesgos del consumo de la pornografía en el cerebro

Uno de los primeros mecanismos que se identifican es la activación del sistema de recompensa del cerebro.

Este sistema incluye áreas como el núcleo accumbens y el estriado ventral, que liberan dopamina ante estímulos placenteros.

La pornografía, según explican los expertos, estimula intensamente estas regiones, generando una respuesta química muy poderosa, incluso mayor a la producida por actividades como el juego o el dinero.

Esta sobreestimulación puede condicionar la motivación, empujando al cerebro a buscar cada vez más estos estímulos.

Otro de los efectos detectados es la desensibilización.

La exposición constante a contenido pornográfico puede reducir la sensibilidad del cerebro ante los estímulos sexuales habituales.

Como consecuencia, muchas personas requieren ver contenido más explícito, extremo o novedoso para obtener el mismo nivel de excitación.

Esta evolución se conoce como tolerancia y, según Villena, puede presentarse tanto en forma cuantitativa (más tiempo frente a pantallas o más vídeos) como cualitativa (búsqueda de imágenes más intensas).

Con el tiempo, esta tolerancia puede alterar el sistema de recompensa y disminuir el interés por las experiencias sexuales reales.

Desde una perspectiva estructural y funcional, algunos estudios de neuroimagen han encontrado una correlación entre el consumo prolongado de pornografía y cambios en áreas cerebrales específicas.

La pornografía es comparable con otras adicciones

En paralelo, se han descrito similitudes con las adicciones químicas.

Algunos patrones comunes incluyen ansiedad, compulsión, depresión, sentimientos de culpa y una desconexión entre el deseo (“querer”) y el placer (“disfrutar”).

Este desequilibrio también se encuentra en adicciones a sustancias, y sugiere que, en ciertos casos, la pornografía puede generar una dependencia conductual con impactos negativos sobre la salud mental.

Las consecuencias prácticas de estos procesos incluyen una posible disminución del disfrute sexual en relaciones reales, disfunción eréctil en hombres jóvenes, insatisfacción afectiva, menor autoestima y un mayor riesgo de aislamiento emocional.

Sin embargo, es importante matizar que estos efectos no ocurren en todas las personas.

Tal como señala Villena, factores como la personalidad, el entorno social, las experiencias previas y el nivel de consumo influyen considerablemente en el impacto individual.

Además, algunos especialistas, como el Dr. Joshua Grubbs, destacan que ciertos cambios observados en el cerebro podrían ser adaptaciones funcionales y no necesariamente reflejan una patología.

En este sentido, aún hay debate científico sobre cuándo el consumo de pornografía se convierte en un problema clínico.

Ante cualquier señal de que el consumo de pornografía afecta la vida cotidiana, las relaciones personales o el bienestar emocional, los expertos recomiendan buscar apoyo profesional.

Un acompañamiento psicológico o sexológico puede ayudar a identificar patrones de consumo, evaluar su impacto y establecer estrategias saludables de manejo.

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