Cinco perros vivían encadenados y eran golpeados por su dueño
Cinco perros vivían encadenados y eran golpeados por su dueño en San Isidro del Inca; la UBA los rescató tras una denuncia ciudadana

Un nuevo caso de maltrato animal en Quito ha generado indignación en redes sociales. La Unidad de Bienestar Animal (UBA) rescató a cinco perros que vivían en condiciones deplorables en San Isidro del Inca, al norte de la capital.
El tutor reconoció ante las autoridades que golpeaba a los animales “para educarlos”.
El caso de los cinco perros golpeados en San Isidro del Inca
La intervención se realizó luego de que un ciudadano reportara un video donde se veía a un hombre golpeando a un perro con un palo.
Tras la denuncia, un equipo técnico inspeccionó el lugar y confirmó que los cinco animales presentaban signos visibles de violencia, vivían sin condiciones higiénicas y no estaban ni vacunados ni esterilizados.
Uno de los casos más graves era el de una perra en celo, que permanecía encadenada, provocando constantes peleas entre los demás canes.
El agresor admitió que los castigaba físicamente cuando se peleaban, lo que despertó la inmediata reacción de las autoridades.
Fundaciones y conflictos en el operativo
Durante el rescate, miembros de la Fundación Una Pata de Esperanza (UPE) llegaron al lugar e intentaron intervenir.
Según el comunicado oficial de la UBA, los activistas obstaculizaron el procedimiento, intimidaron al personal técnico y dañaron un vehículo institucional.
La UBA recordó que obstruir un servicio público constituye un delito y aseguró que denunciará el hecho ante las autoridades competentes.
Por su parte, la Fundación UPE criticó que no se haya impuesto una sanción ejemplar al tutor.
Salud y cuidados para los animales rescatados
La UBA trasladó a cuatro de los cinco perros a los centros municipales de atención.
La perra con más complicaciones la llevaron a una clínica veterinaria privada para recibir atención especializada.
La UBA reiteró que la eutanasia no está contemplada salvo en casos extremos.
Aseguraron que los animales se encuentran a salvo y están recibiendo el tratamiento adecuado.
Este caso pone nuevamente en debate la necesidad de reforzar las campañas de tenencia responsable y sancionar con mayor rigor los casos de violencia contra los animales en Quito.