Bolívar: Minería causarían contaminación y poblemas en agua
En Bolívar, la contaminación minera en Las Naves amenazaría la vida de las comunidades que luchan por su agua y territorio.

En Bolívar, la contaminación minera en Las Naves amenazaría la vida de las comunidades que luchan por su agua y territorio.
Donde nace el agua, nace también la resistencia.
En el Cantón Las Naves, provincia de Bolívar, la empresa minera Curimining avanza sobre territorios campesinos con licencias otorgadas entre controversias y denuncias de exclusión comunitaria.
Tres líderes Luis Caiza, Daisy Coles y Marco Manamanda rompen el silencio para contar lo que muchos prefieren ignorar: la contaminación, las demandas judiciales y el impacto social que ha dejado la minería en una zona que vive de lo que cultiva, no de lo que excava.
¿Cómo empezó esta resistencia contra la empresa minera en Las Naves?
Luis Caiza: “La problemática comenzó en 2007, cuando la empresa Curimining llegó con un proyecto llamado El Domo. Han pasado más de 15 años y ya sentimos las consecuencias: contaminación ambiental, fractura social y ahora amenazas legales contra quienes defendemos el agua.”
¿Qué consecuencias han vivido ustedes como líderes comunitarios?
Luis Caiza: “Somos seis compañeros sentenciados a tres años de prisión por ‘asociación ilícita’. El Estado y la empresa intentan silenciar nuestras voces. En total, somos 29 personas procesadas en toda la zona por resistir pacíficamente.”
· ¿Cuáles son los principales impactos ambientales que la empresa minera Curimining ha causado en el Cantón Las Naves?
La empresa ha causado la desaparición de vertientes de agua, deforestación y contaminación de fuentes hídricas. Además, la explotación minera amenaza con afectar gravemente el medio ambiente y la disponibilidad de agua para el consumo humano.
· ¿Cómo ha afectado la presencia de la minería a la agricultura y a la economía local en Las Naves?
La minería ha dañado las vías de transporte, afectando el comercio y la movilidad de los agricultores. Además, ha generado incertidumbre sobre el futuro de la agricultura, que es la principal fuente de ingresos para la comunidad.
¿Qué impacto ha tenido el paso de la maquinaria minera en sus comunidades?
Daisy Coles: “La vía, que construimos con mingas, está destruida. Las casas están cuarteadas por el paso de maquinaria pesada. Es una vía estrecha, usada por niños, ancianos, personas con discapacidad. Es un peligro diario.”
¿Qué tipo de protesta están realizando y qué dice la Constitución al respecto?
Marco Manamanda: “Es una resistencia pacífica, amparada por el artículo 98 de la Constitución. No impedimos el paso de agricultores, ni de turistas, solo bloqueamos a la empresa minera. No hemos agredido a nadie, ni usado violencia.”
¿Qué respuesta han recibido de la Policía Nacional y de las autoridades?
Luis Caiza: “Vienen todos los días. A veces quieren desalojarnos, pero no ceden porque saben que nuestra lucha es legal y legítima. El gobernador vino y dijo que es ‘neutral’, pero no ha hecho nada por parar esto.”
¿Qué efectos concretos ha causado la minera en el entorno natural?
Luis Caiza: “Ya desaparecieron vertientes de agua. El 40% del agua que nace aquí va hacia Guayas. Si destruyen este cerro, no solo afectarán a Las Naves, sino a toda la región. La tierra produce cacao, naranja, maíz, pero ya hay zonas deforestadas.”
¿Qué quieren decirle hoy al Ecuador? ¿Qué piden?
Marco Manamanda: “No vamos a retroceder. Queremos que nos dejen vivir en paz. Que no se destruya lo que nuestras manos construyeron. Esta tierra es productiva, con cascadas hermosas, frutas, animales silvestres. La minería solo ha traído conflicto, miedo y contaminación.”
Esta lucha no es por oro. Es por el agua, por el pan, por la vida. En Las Naves, campesinos y campesinas han dicho basta.
Saben que un cerro talado no vuelve a levantarse y que un río contaminado ya no se purifica.
Su resistencia no es un delito: es un derecho. Y lo están ejerciendo con dignidad, mientras el país entero guarda silencio.