DEPORTE

Atleta chimboracense de 64 años se prepara para correr 100km

El atleta chimboracense Gonzalo Arévalo, de 64 años, se prepara para los 100 kilómetros de Cuenca tras lograr podio en Guayaquil.

Atleta chimboracense de 64 años se prepara para correr 100km.
Atleta chimboracense de 64 años se prepara para correr 100km.

A sus 64 años, el atleta chimboracense Gonzalo Arévalo se ha convertido en una figura única dentro del atletismo provincial: es el único ultramaratonista de Chimborazo y uno de los pocos deportistas en el país que compite en pruebas de 60, 80 y hasta 100 kilómetros.

Su trayectoria, sin embargo, no empezó en la élite, sino hace cinco décadas, cuando corría por motivación personal, aunque las responsabilidades familiares lo llevaron a dejar de lado los entrenamientos intensivos.

Hoy, con más tiempo y disciplina, ha encontrado en las ultradistancias un espacio para reinventarse y superar sus propios límites.

El atleta chimboracense viene de un podio en Guayaquil

Gonzalo Arévalo.
Gonzalo Arévalo, atleta chimboracense.

Arévalo acumula nueve ultramaratones completadas, con cuatro podios, incluyendo el más reciente: los 60 kilómetros de Guayaquil, donde alcanzó nuevamente un lugar destacado.

Su siguiente reto está a la vuelta de la esquina: el 13 de diciembre participará en los 100 kilómetros de Cuenca, una competencia que ya conoce.

El año pasado, en esa misma prueba, el atleta chimboracense logró un podio, y este 2025 será su segunda aparición en esa exigente ruta.

Lo que hace aún más llamativa su preparación es el ritmo con el que compite.

Según explica, lo habitual es que un atleta descanse de tres a seis meses entre maratones de 42 kilómetros; sin embargo, él afronta ultramaratones con apenas tres semanas de recuperación, desafiando no solo el desgaste físico, sino también la exigencia mental de estas pruebas.

“Uno no solo corre con el cuerpo, sino con la cabeza y con el espíritu”, recalca.

La disciplina es un pilar esencial en su entrenamiento. Arévalo mantiene una rutina metódica que incluye correr incluso cuando el clima no acompaña.

A esto se suma un cuidado estricto de su alimentación, basada en una dieta vegetariana, que combina frutas, vegetales, cereales y hortalizas.

Todo esto, dice, es parte de un “trámite” integral necesario para rendir al máximo.

Más allá de los 100km en Cuenca

Su objetivo para la carrera de diciembre tiene un alcance histórico: si completa los 100 kilómetros en menos de 10 horas, podrá clasificarse a la Spartathlon de Grecia, una prueba de 250 kilómetros considerada una de las más duras del mundo.

Ningún atleta ecuatoriano ha logrado aún esta clasificación, por lo que Arévalo podría convertirse en el primero.

“Sería significativo no solo por el logro, sino por hacerlo a mi edad”, comenta.

Su camino hacia las ultradistancias comenzó casi por casualidad.

La primera vez que compitió en una prueba de 60 kilómetros, en Guayaquil, llegó cuarto.

Ese resultado lo motivó a seguir explorando estas carreras, en las que asegura que la experiencia y la paciencia pesan más que la velocidad:

“A veces salgo al último, pero mantengo mi ritmo. No hay que desesperarse”.

Arévalo también comparte un mensaje para la ciudadanía, especialmente para jóvenes y niños:

“Nunca se rindan. En cualquier actividad, deportiva o no, la mente es la que manda. Si la mente se rinde, el cuerpo se cae”. Para él, dejar un legado es tan importante como llegar a la meta.

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