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Apagones en Ecuador: por qué el sistema eléctrico es vulnerable

Apagones en Ecuador: el sistema eléctrico depende de la hidroelectricidad y es vulnerable a la sequía, la falta de inversión y el alto costo térmico.

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El sistema eléctrico del Ecuador se caracteriza por una fuerte dependencia de la generación hidroeléctrica, lo que lo convierte en un sistema altamente vulnerable a las condiciones climáticas, especialmente a las sequías y periodos de estiaje.

Actualmente, cerca del 90 % de la electricidad que consume el país proviene de centrales hidroeléctricas, siendo los complejos Paute y Coca Codo Sinclair los pilares del sistema, ya que juntos aportan aproximadamente el 70 % de la energía nacional.

Dependencia de los caudales y vulnerabilidad climática

El funcionamiento del sistema eléctrico ecuatoriano depende directamente de los caudales de los ríos. En épocas de lluvia, las hidroeléctricas pueden operar con mayor normalidad.

Sin embargo, durante el veranillo o periodos de sequía, los caudales disminuyen de forma significativa, reduciendo la capacidad de generación.

El rol estratégico del Complejo Paute

En el caso del Complejo Paute, la represa de Mazar cumple un rol estratégico como embalse regulador, almacenando agua en épocas de abundancia para usarla cuando el caudal baja.

No obstante, esta reserva es limitada y su uso constante puede poner en riesgo la operación del complejo si las lluvias no se recuperan a tiempo.

Coca Codo Sinclair y sus limitaciones estructurales

Por su parte, la central Coca Codo Sinclair es una central de paso, es decir, no cuenta con una represa que regule el caudal.

Esto la hace vulnerable tanto en épocas de sequía, cuando no hay suficiente agua para operar todas sus turbinas, como en épocas de crecientes, cuando el exceso de sedimentos obliga a reducir o detener la generación para evitar daños en la infraestructura.

Generación térmica e importación de energía

Ante estas limitaciones, el sistema eléctrico del Ecuador recurre a dos mecanismos de respaldo: la generación térmica y la importación de energía, principalmente desde Colombia.

En la actualidad:

  • Alrededor del 57 % de la electricidad proviene de hidroeléctricas
  • Cerca del 34 % se genera con centrales térmicas
  • Aproximadamente un 8 % se importa
  • Las energías renovables no convencionales, como la solar y la eólica, tienen una participación mínima

El alto costo de la energía térmica

La generación térmica, que funciona con diésel, gas o búnker (derivados del petróleo), es considerablemente más costosa que la hidroeléctrica.

Mientras generar energía hídrica cuesta menos de un centavo por kilovatio hora, la térmica ronda los 14 centavos por kWh, un valor que debe ser subsidiado por el Estado para que no se traslade directamente al usuario final.

La energía importada, en cambio, resulta aún más cara, pero se utiliza para evitar el vaciamiento total de los embalses y prevenir apagones.

Demanda eléctrica y gestión del sistema

En cuanto a la demanda, el país requiere actualmente más de 4.000 megavatios en horas normales y hasta 5.000 megavatios en horas pico.

Para cubrir esta demanda, el operador del sistema, CENACE, gestiona de forma permanente qué centrales entran en operación, evaluando niveles de embalses, disponibilidad térmica y costos de generación.

Falta de inversión y potencial desaprovechado

Uno de los principales problemas estructurales del sistema eléctrico ecuatoriano es la falta de inversión. Aunque el país solo aprovecha alrededor del 30 % de su potencial hídrico, el 70 % restante permanece sin explotar.

La construcción de nuevas centrales hidroeléctricas permitiría no solo cubrir la demanda interna, sino también vender energía a países vecinos. Sin embargo, el Estado no cuenta actualmente con los recursos necesarios para realizar estas inversiones.

Inversión privada y energías renovables

En este contexto, se ha abierto parcialmente la puerta a la inversión privada, permitiendo proyectos de hasta 100 megavatios.

Aun así, los procesos burocráticos y los requisitos ambientales siguen siendo complejos, lo que limita la llegada de nuevos inversionistas.

Paralelamente, existen estudios técnicos que demuestran la viabilidad de proyectos eólicos, solares y de biomasa, especialmente en provincias como Chimborazo, aunque su desarrollo también depende de la disponibilidad de financiamiento.

Un sistema estable, pero frágil

La situación actual del sistema eléctrico del Ecuador es estable, pero frágil. Mientras las lluvias se mantengan, las hidroeléctricas podrán sostener la generación y reducir la dependencia de la energía térmica y las importaciones.

No obstante, si el veranillo se prolonga, el uso intensivo de los embalses y el aumento de la generación térmica podrían llevar nuevamente al riesgo de apagones.

En conclusión, el sistema eléctrico del Ecuador funciona gracias a su riqueza hídrica, pero enfrenta una alta vulnerabilidad por la falta de inversión y diversificación energética.

La solución de fondo no pasa por medidas temporales, sino por una planificación a largo plazo que impulse nuevas centrales hidroeléctricas, fomente la inversión privada y fortalezca el desarrollo de energías renovables alternativas.

Preguntas frecuentes sobre los apagones en Ecuador

¿Por qué ocurren apagones en Ecuador?
Los apagones en Ecuador ocurren principalmente por la alta dependencia de la hidroelectricidad, las sequías prolongadas y la limitada capacidad de respaldo del sistema.

¿Qué tan dependiente es Ecuador de la hidroelectricidad?
Cerca del 90 % de la electricidad del país proviene de centrales hidroeléctricas, lo que hace al sistema vulnerable al clima.

¿Qué papel cumplen Paute y Coca Codo Sinclair?
Los complejos Paute y Coca Codo Sinclair aportan aproximadamente el 70 % de la energía nacional, siendo fundamentales para el sistema eléctrico.

¿Por qué la energía térmica es más cara?
Porque utiliza combustibles derivados del petróleo, lo que eleva su costo de generación y obliga al Estado a subsidiarla.

¿Cómo se puede reducir el riesgo de apagones en Ecuador?
Con mayor inversión, diversificación de la matriz energética y desarrollo de energías renovables como la solar y la eólica.

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