2 adultas mayores de Guano son amigas por más de 7 décadas. La una, de 80 años, da de comer todos los días a la otra, de 90 años
Adultas mayores del hermoso cantón Guano son amigas más de 7 décadas.
Fui a Guano por una historia… Y me encontré 2.
La una sobre un hombre que vive en la montaña; y, la segunda… mejor se la cuento…
Adultas mayores grandes amigas
Me enamoró a primera vista.
Sus bellos ojos cafés hicieron que los míos no puedan despegarse de los suyos -por segundos- sin lamentarlo.
Su hermosa sonrisa que, por cierto, me regala a cuentagotas e intercala con lágrimas del alma, permanece incólume.
Una dulce voz me embriaga y absorbe, a la par que se vuelve música en mis oídos y hace que estos no se despeguen de sus sentidos acordes.
¡Era como estar frente a mi adorada abuelita a los 24 años de su partida!, por ello no me aguanté: le robé abrazos y tribute besos y lágrimas…
Bueno… Se llama María Griselda y se apellida Barragán Nieto.
Mis contemporáneas ya caminan con bastón, están sufriendo amnesia crónica, otra amiguita está perdiendo la vista y yo, con la bendición del Dios, sigo lúcida y durita
María Griselda Barragán Nieto
Me dice y lo constato.
¡Tómese un cafecito!
María Griselda Barragán Nieto
Me ofrece. -¡Dios le pague, me doy por servido!, le respondo, pues, no quiero molestarla ni distraerla de su sublime misión diaria.
Es que la ‘Srta. Griselda’, como le dicen con cariño en la ‘Capital Artesanal del Ecuador’, pese a sus 80 años, día a día expresa su amor desinteresado a una nonagenaria que vive sola.
Se conocieron hace mucho, más de 7 décadas, y esa amistad pervive en el tiempo.
El caso es que sus bondadosos padres acogieron a la entonces niña Carmen Amelia Urquizo Villa, a quien le prodigaron amor y trabajo, siendo uno de ellos atender a la pequeña Griselda.
Y aquella relación, pese a interrumpirse con la mayoría de edad de Carmencita, lejos de esfumarse se consolidó a través de bellos recuerdos.
Cada una siguió su rumbo, pero, las unía un mismo corazón y nobleza…
Guano cobija una hermosa historia
Carmencita se casó, pero, aquello no prosperó, pues, su imposibilidad de tener hijos fue el detonante para aquello.
Lo intentó por segunda vez, en esta ocasión con un hombre viudo, Sergio Villa, un caballero, padre de 2 pequeños hijos, a lo que acogió sin dudar como propios.
Él: Trabajador, entregado y cariñoso, ella: Responsable, multioficios y una oda al amor filial… Lo que hacía bello transitar la vida en un sólido hogar
María Griselda Barragán Nieto
Aunque…
El destino decidió que a ‘Serguito’ se le compliquen sus riñones durante la pandemia y se adelante en el camino, lo que causó gran dolor a la mujer.
Ella, preocupada, lejos de echarse a morir, sabía que tenía 2 hijos que amparar, y hasta puso su casa a nombre de estos.
¿Para qué? Para asegurar su futuro…
Pero, la gratitud no es una virtud de muchos, y lejos de reciprocar ese amor, ambos se alejaron.
Además se deslindaron de quien les demostró fue su madre.
Primero contrataron a una mujer para que ‘la cuide’, y no asomaron más.
Aunque, según Griselda, más bien se aprovechó y llevó lo que más pudo de su hogar, hasta que mejor se alejó.
Y se agrandó la soledad de Carmencita, pese a que uno de sus vástagos adoptivos vive en Guano y el otro en Tulcán.
Así transcurrieron sus desventuras, a las que se sumaron enfermedades e incapacidad de movilizarse.
Pero, el Todopoderoso, en su infinita misericordia, dispuso se junten nuevamente los caminos de estas mujeres.
A más que Griselda devuelva todo lo que recibió durante su niñez.
Así, día a día, religiosamente, prepara no solo su comida, sino la de su amiga.
Y la lleva sin miramiento pese al paso de sus años.
7 décadas de amor y apoyo
Ella vive en la García Moreno, entre Colón y Sucre, y todos los días avanza hasta la José Rodríguez y César León Hidalgo… ¡Una buena distancia!
La acompañé en un lluvioso día y conocí a Carmencita. La verdad tuve miedo a su reacción, aunque una hermosa sonrisa y un “¡Bienvenido!” me conquistaron.
¡Me enamoré por segunda vez en un mismo día!
Se consolidó con un abrazo sincero, un beso sublime y una sentida bendición que guardaré por siempre.
Eso ante la atenta mirada de ‘Capitán de fragata’ y ‘Guardián’, sus tiernos peluditos, los que también me acogieron como amigo.
Debo irme, Griseldita me pide un último favor:
No nos olvide, volverá, y por favor pida a alguien que ayude a Carmencita, en verdad necesita mucha atención, y aunque viene un joven del Municipio de Guano a tomarle la presión todos los viernes, no avanza. ¡Ayúdenla, por favor!
María Griselda Barragán Nieto
¡No lo haré, volveré pronto!, me dije y les dije, y así lo haré.
Y más me conmueve una mujer que también necesita ayuda, pero, que con sus acciones me hace saber que es más fuerte que yo.
¡Dios las bendiga y proteja!
