Agente dejó sus funciones para ayudar a discapacitado
Agente dejó sus funciones para ayudar a discapacitado. Se llama Cristian Urquizo y no es enseña que Navidad no es una palabra sino ser humano

La fría Crónica endurece el alma. Es indudable. Pero debo caminar en su búsqueda.
Conocer noticias de este género periodístico, en las que la ilicitud, la injusticia, la accidentabilidad y la muerte toman protagonismo causa un verdadero desgaste emocional…
Aunque, también me invita a ser más empático, más solidario, más humano…
En ese sentido, trato de abordarlas desde otro punto de vista, en las que el morbo y la sequedad no tomen partido, y más bien se cuente una historia de vida.
Y, en ese caminar, un gesto que para la mayoría pasó desapercibido, me causó una gran emoción y alegría, toda vez que está englobado en valores, principios y ejemplo.
Y sobre eso ya se lo cuento…
Agente dejó sus funciones en una zona muy transitada de Riobamba

Un Sol imponente, diría demasiado abrazador, cobijaba a Riobamba al mediodía del martes 23 de diciembre de 2025. Eran las 12:09.
Una persona de mediana edad, apostada en la calle García Moreno, entre Primera Constituyente y José Veloz, quería cruzar de acera en una arteria muy transitada.
Indolentes, muchos conductores -más bien- aceleraban sus vehículos y pasaban sin siquiera mirar al ciudadano.
Otros, a pie, trataban de evitar el más mínimo roce, como temiendo contagiarse de algo, pese a que portaban alegorías navideñas o regalos que compartirán con sus seres queridos…
Todos con algo en común: denotando que a eso de la solidaridad, la fraternidad… el amor al prójimo solo son disfraces camuflados para dar rienda suelta a lo banal, al consumismo, a la hipocresía.
Ayudar a los demás, un valor que se va perdiendo en estos tiempos

Pero, fuera de ese saco hueco lleno de superficialidad, un joven hombre dejó por unos minutos su rol de servidor público y, sin miramientos, tomó procedimiento…
Y no precisamente para el que se preparó a conciencia ni es el que le permite aportar al engrandecimiento de la sociedad y hasta ganar un sueldo…
¡No! El del bien obrar, el de demostrar la cuna de la que la que procede, y hasta me atrevería a decir que llena de orgullo a su familia, a la entidad que se debe y a la sociedad toda.
Sin miramientos se acercó, tomó el brazo del ciudadano, que reviste una discapacidad, y paró el tránsito para ayudarlo a cumplir su misión.
Lo tomó con cariño, con respeto, con humanidad, lo que conmovió a quienes miraban la escena.
Incluso, algunos sin siquiera conocerlo, lo felicitaron, le ofrecieron ayuda, lo bendijeron, otros, como avergonzados, miraban de reojo el proceder.
Pero, el buen samaritano, lejos de finalizar su buen accionar haciéndole cruzar, lo ayudó unos metros más, hasta dejarlo en puerto seguro y enrumbado a su lugar de destino.
Discapacitado recibió ayuda de joven lleno de principios y valores
Aquello me llenó de emoción, me acerqué a agradecerle y felicitarlo por su noble gesto, y le pedí robarle unos minutos para conversar.
Mucho gusto, mi nombre es el agente civil de Tránsito Cristian Urquizo
ACT Cristian Urquizo
Me respondió al preguntarle su nombre.
No me pude contener y le pregunté: ¿Por qué lo hizo?
La verdad que el mundo nos ha hecho individualistas, pero me nació la necesidad de prestar ayuda como ser humano y como agente de Tránsito, porque para eso estamos, para brindar servicio a la ciudadanía, y más a quienes más lo necesitan
ACT Cristian Urquizo
Esta no es su obligación…
Creo firmemente en que las manos que dan reciben, eso he aprendido de la Palabra de Dios y, sobre todo, se debe practicar en estas fechas y siempre, porque en la entidad que trabajo nos enseñan a ayudar a los demás si está a nuestro alcance
ACT Cristian Urquizo
Pero esta no es su obligación, le insistí…
Hay personas que atraviesan situaciones más difíciles que las nuestras, y esas personas merecen toda consideración y respeto, y por qué no ayudarlas si podemos
ACT Cristian Urquizo
Muchos no lo hicieron…
Así como hay gente que tiene buen corazón, hay otras que no, pero cada uno debe decidir de qué lado estar. Yo creo en cultivar un buen corazón y ser solidario
ACT Cristian Urquizo
Concluyo el diálogo y mi fe en la personas crece, creo que estoy del lado correcto y que sí podemos hacer una Navidad de 365 días, de toda una vida, solo debemos decidirnos, quererlo y hacerlo.
¡Buena nota Cristian, eres un verdadero ejemplo, espero que muchos te sigamos!

