Militar pide perdón y admite encubrimiento en el juicio Las Malvinas, revelando detalles sobre la desaparición forzada de menores.
La justicia ecuatoriana vivió este lunes una jornada decisiva en el Caso Las Malvinas, cuando un militar pide perdón y admite encubrimiento durante la audiencia reinstalada del juicio que enfrenta a 17 uniformados acusados de la desaparición forzada de cuatro menores de edad.
Este proceso se encuentra entre los más sensibles en la historia reciente del país, debido a la gravedad de los hechos y la repercusión nacional.
La audiencia se desarrolló en la ciudad de Guayaquil y forma parte de la fase final del juicio iniciado en noviembre de 2025.
Según fuentes judiciales, el soldado procesado reconoció haber participado en la manipulación de evidencias y aseguró que la intención era “proteger a sus compañeros”.
Además, pidió disculpas a las familias de los menores, generando un giro inesperado en el caso.
Contexto del Caso Las Malvinas
El Caso Las Malvinas involucra la desaparición de cuatro niños, Josué e Ismael Arroyo, Nehemías Arboleda y Steven Medina, quienes tenían entre 11 y 15 años en el momento de los hechos, ocurridos el 8 de diciembre de 2024.
Según la fiscalía, los menores fueron detenidos en el sur de Guayaquil y trasladados a un sitio cercano a la parroquia Taura, en el cantón Naranjal, donde presuntamente sufrieron torturas y agresiones físicas antes de ser asesinados y calcinados.
La gravedad del caso radica en que se trató de un aparente acto sistemático por parte de miembros de la Fuerza Pública, con la intención de ocultar las evidencias y unificar versiones entre los implicados.
Hasta la fecha, 17 militares enfrentan cargos por desaparición forzada, secuestro y asesinato de menores, en un proceso que ha incluido a más de cien testigos.
Revelaciones clave en la audiencia
Durante la reinstalación de la audiencia, el militar pide perdón y admite encubrimiento, señalando que su participación fue más activa de lo que había declarado inicialmente.
Explicó que grabó videos de los menores por órdenes superiores y que posteriormente se intentó manipular esas pruebas para unificar versiones entre los implicados.
Esta confesión genera un impacto significativo en la causa, ya que la fiscalía podrá utilizar estas declaraciones como prueba directa de la participación y conocimiento de los uniformados sobre los hechos.
Expertos legales consultados por medios nacionales aseguran que este tipo de testimonio puede acelerar la resolución del caso y fortalecer la condena contra los responsables.
Impacto en las familias y la sociedad
El reconocimiento del encubrimiento y la disculpa del militar tienen un efecto emocional en las familias de las víctimas, quienes han esperado más de un año para conocer la verdad.
La sociedad ecuatoriana, por su parte, sigue de cerca el juicio, dado que representa un precedente judicial sobre responsabilidad militar y derechos de menores.
Además, las versiones ofrecidas por los implicados revelan la complejidad del caso y el esfuerzo del sistema judicial para esclarecer hechos que antes permanecían ocultos.
El proceso busca establecer justicia y dar cierre a un episodio que conmocionó a todo el país, mientras se consolida la obligación de rendición de cuentas de los militares frente a la ley.
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Próximos pasos del juicio
Con la fase de presentación de pruebas prácticamente concluida, el tribunal se encuentra analizando testimonios y documentos clave.
La declaración del uniformado que pide perdón y admite encubrimiento se suma a la lista de pruebas que podrían definir la sentencia final en los próximos meses.
El proceso continúa con la posibilidad de nuevas audiencias para escuchar a los demás militares implicados, quienes podrían dar más información sobre la coordinación interna y las decisiones que llevaron a la desaparición de los menores.
La fiscalía mantiene un seguimiento estricto del caso, con el objetivo de garantizar justicia para las víctimas y sus familias.
