25N: Contra Toda Violencia
Cada 25 de noviembre, el mundo vuelve la mirada hacia una realidad urgente: la violencia contra la mujer. En esta fecha no se celebra, sino que se denuncia y se exige un futuro libre de violencia.
Hoy en día son numerosos los colectivos, organizaciones e incluso personalidades que luchan desde distintos espacios para crear programas y políticas efectivas que contribuyan a erradicar la violencia hacia las mujeres. Esto es, sin duda, positivo y necesario: las políticas específicas permiten comprender una realidad concreta y las características particulares de cada problemática, para así prevenir sus consecuencias.
Es decir, los programas y políticas orientados a reducir la violencia contra la mujer buscan generar las condiciones adecuadas para que ellas no se encuentren en entornos violentos. Sin embargo, existe un tema estructural que debemos atender si realmente queremos avanzar hacia un mundo menos violento para todas y todos: la cultura del buen trato.
Mientras muchas mujeres luchan por construir un país más seguro para ellas, es fundamental que las instituciones gubernamentales complementen esta lucha con la promoción activa de dicha cultura. La violencia es estructural: está presente en la cultura, la familia, la política, las instituciones, las relaciones sociales y en la falta de oportunidades.
Si realmente queremos transformar nuestro país, debemos comprometernos a reducir la violencia desde sus raíces más profundas. Fortalecer una cultura del buen trato no solo es necesario, sino que constituye un apoyo esencial a la lucha de tantas mujeres que buscan vivir en una sociedad más justa y segura.
