Rumores sobre Daquilema en la Serie B crecen tras descenso de Vinotinto, generando expectativa mientras se esperan decisiones oficiales.
La eliminación de Daquilema FC en los octavos de final del Ascenso Nacional 2025 parecía cerrar su camino deportivo hacia la Serie B.
Sin embargo, la situación dio un giro inesperado cuando surgió la posibilidad de que el club chimboracense acceda a la categoría mediante la compra del cupo de Atlético Vinotinto, una alternativa permitida en ciertos escenarios reglamentarios y que hoy genera debate en el fútbol ecuatoriano.
El detonante fue la situación deportiva del primer equipo de Vinotinto FC a la B.
Este club mantiene dos planteles: uno que competía en Serie A (ya descendido el pasado sábado) y otro que había permanecido en la B.
Según la normativa vigente, un club no puede tener dos equipos en la misma categoría profesional, por lo que la filial, Atlético Vinotinto, no podría sostener su plaza en la B para la temporada 2026.
En situaciones similares de años anteriores, la Federación Ecuatoriana de Fútbol ha aplicado un mecanismo administrativo: al descender el club principal, la filial debe liberar su cupo, ya sea mediante descenso automático o mediante la transferencia regulada del espacio.
Este punto, aunque no define explícitamente una “venta de plaza” como libre mercado, sí permite que el club renuncie a su posición y que otro equipo pueda ocuparla si cumple los requisitos financieros, estructurales y de licencia.
Daquilema con posibilidades de acceder a la serie B
Es justo en ese marco donde aparece el equipo de los pueblos milenarios.
Con una base económica sólida, estructura organizativa estable y un proyecto en expansión, el club es uno de los pocos de Segunda Categoría en condiciones de asumir las exigencias de la Serie B.
Aunque el equipo ha señalado que por ahora “no existe información verificada”, la posibilidad es real: si la plaza queda vacante, Daquilema puede solicitarla, negociar su adjudicación o integrarse a un proceso de reemplazo aprobado por la FEF.
Para algunos, se trataría de un paso significativo para volver a fortalecer el fútbol provincial.
Para otros representa un ascenso “administrativo” e “inmerecido” más que deportivo.
Sin embargo, más allá de percepciones, el caso evidencia una realidad: el sistema permite estas reubicaciones, y Daquilema podría realizar los trámites correspondientes para aspirar legítimamente a la categoría.
El futuro ahora depende de resoluciones federativas de la LigaPro y la Federación Ecuatoriana de Fútbol sobre la confirmación oficial de Vinotinto y la liberación de su cupo en la serie B.
