REGLAS CLARAS
Muchos están felices, otros tristes y algunos preocupados por los resultados del pasado domingo cuando el país se pronunció por el NO en la consulta realizada por el presidente respecto a inquietudes expresadas por varios años que el mismo pueblo denostaba permanentemente, como el número de asambleístas, la entrega de dinero a partidos políticos, la inseguridad, destrucción de radares, impunidad de la delincuencia, cambio de normas jurídicas para agilizar procesos en la función judicial, etc.
Al final todo está dicho, el ejecutivo deberá atenerse a las herramientas que dispone, lo que supone que las reglas están claras y sabe perfectamente por el camino que debe transitar dentro de los linderos de la democracia y el respeto a los derechos humanos de las personas de bien. Como dice el dicho, hay muchos caminos que llevan a Roma y en este marco deberá conseguir los objetivos propuestos actuando con inteligencia
Así las cosas, el resultado no deja de ser un severo llamado de atención a la gestión y actitud de funcionarios de distintos niveles del ejecutivo y legislativo que tuvieron un gramo de poder pero creyeron tener toneladas de autoridad. La falta de conexión con el pueblo, conociendo lo que meses atrás vivieron como mortales caminantes de a pie, les desconectó completamente de una realidad que día a día vive el pueblo.
Las preguntas del presidente fueron legítimas, debieron ser debidamente orientadas, pero el sentimiento triunfalista hizo que se mencionan criterios que fueron descontextualizados y aprovechados por tendencias que no piensan en el futuro del país, sino básicamente en el revanchismo, como haciendo apología a la célebre frase del Rey Luis XV de Francia “Después de mí el diluvio”.
El cheque entregado en las urnas al régimen meses atrás, debe tener hoy muchos fondos para dedicarlos a priorizar el pago de la deuda social estancada por mucho tiempo a través de la ejecución de obras en salud, educación, vivienda de interés social, carreteras de primer orden, dotar de médicos, medicinas en los hospitales, tener un buen registro civil, instituciones que resuelvan de forma urgente las necesidades insatisfechas. Todo es posible cuando se desarrolla un buen, decoroso, honrado y ético trabajo, es la mejor carta de presentación para quienes desean continuar en la política, el resultado de su gestión avala mucho más que pensar en las próximas elecciones.
Presidente, el pueblo no apoya ideologías, la gente anhela paz, trabajo, seguridad y sobre todo se resuelva sus requerimientos urgentes para tener una decente calidad de vida en todos los órdenes, y aunque no se entendió la fuerza de su intención, usted si se propone, está en condiciones de cumplir para hacer de esta una gran nación.
