COLUMNISTAS

URGE EL INICIO DE UNA NUEVA ÉPOCA

Amigas/os, cuando discutimos sobre el capitalismo y su génesis revelada en el paradigma occidental, ¡sí que arde Troya!, pues sus defensores y detractores (en estos últimos me incluyo) cada vez con mayor euforia explican sus bondades y fracasos. Esta confrontación y análisis ha obligado a la humanidad a pensar y repensar en una nueva vía de “desarrollo” que le permita actuar de diferente manera a la que nos ha inducido el establishment.

Amigas/os, sé que comparten conmigo que en el origen está el destino. Por tanto, sí el origen de la realidad de nuestro mundo actual es el paradigma occidental que nos domina desde la revolución industrial, es necesario y urgente cambiarlo, porque la vida como la conocemos está en ciernes. Para ello, debemos anteponer otro paradigma. Sí el vigente ha parido con dolor un mundo injusto e inviable, debemos plantearnos y construir un mundo, una sociedad, unas relaciones entre humanos, e interacciones de nosotros con los otros seres basados en otro paradigma, en el que el ser humano sea guardián y cuidador de la vida por la conciencia que ha llegado a tener.  

Amigas/os ¿han notado que con recelos y esperanzas en todo lugar se busca alternativas para salir de la actual crisis global?, ¿Han notado también, que, por su lado, los beneficiarios del capitalismo salvaje e inhumano tratan de darle un respiro a este maldito engendro?

Con toda certeza debo indicar que ¡ya no hay vuelta!, que la esperanza y el trabajo cuidador de la Vida de unos pocos, va generando pinino a pinino grandes cuidados y grandes esperanzas.

Por acá y por allá se sabe de la existencia de seres humanos que trabajan en contra del feroz extractivismo y consumismo; más por allá que por acá, se ve que hay personas trabajando a favor de las/os sin tierra, de las/os obreros explotados, de las/os migrantes; de las/os desplazados; de los pueblos no contactados; de la justicia, de la libertad; en contra de la guerra y de las drogas; por los derechos (e izquierdos) de los seres humanos y de todos los seres que hacemos la actual biosfera. 

¡Y no hay vuelta!, porque a pesar de los salvatajes bancarios, de la recomposición capitalista, la crisis mundial se profundiza; ¿y saben por qué?, porque este sistema no ha edificado los lazos de solidaridad en la producción y complementariedad, sino que ha fomentado el consumismo, la especulación y el consiguiente acaparamiento de los bienes de producción en unos pocos. Sin embargo y para tranquilidad de todas/os, lo que se ha hecho y se sigue haciendo es simplemente no dejar morir a un moribundo que se retuerce por no irse a la quinta paila.

Como sabemos la mayoría, la crisis que vivimos es sin lugar a duda el aprieto más grande que ha vivido la humanidad en su tiempo historiado, pues es una crisis: financiera, energética, alimentaria, ecológica y ante todo, espiritual. Por ello, urge salir del sistema capitalista que la ha configurado.

Amigas/os, también estarán de acuerdo conmigo que una crisis de este tamaño es una señal del fin de una época, de una era y el comienzo de otra, es decir del fin de unas culturas, de unos modos y modelos de desarrollo, de unas religiones…; y a la vez, la apertura de nuevas maneras de creer y de vivir, que estoy seguro serán respetuosas de la Vida y todas las vidas. ¿De quién depende la construcción de este sueño?, ¿de este paradigma? ¡De todos nosotros!, es decir, ¡de ti cholito! (así decía mi padre).

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