FOMO y puntos suspensivos
Siendo estas mis primeras líneas, debería incomodar, cuestionar y plasmar un cúmulo de términos rimbombantes para hacer de esta, mi primera columna…solemne.
Pero mi objetivo es ayudarte a reflexionar; sin importar edad, preferencia, ideología o credo, este será nuestro momento, tómalo como un respiro, una pausa, un empujón.
Y por ello, hoy hablaré del FOMO, (fear of missing out) el miedo a perdérselo; un término que abunda en la generación Z, pero a mi parecer; debería ser legalizado y ser mandatorio.
¿Quiénes somos sin el miedo?, no aquel que nos paraliza, sino el que nos impulsa; si algo sabemos es que el tiempo no espera y el mañana ya comenzó, ¿cómo quieres vivirlo?, no hay limitante para soñar, pero he visto que la adultez coloca en un rincón aquello por lo que soñó y deja que se empolve; y en la juventud, el miedo al qué dirán inunda toda barcaza de ilusión.
El miedo a perdérselo, a no intentarlo; deberían ser razón suficiente para hacerlo, decir aquello que callas, materializar tus ideas, abrazar, emprender, aprender y enseñar, despedirse y encontrarse…amar.
Tú que vives con el nudo en la garganta, tú que deseas conseguir algo, tú que llegaste hasta aquí, se bienvenido y bienvenida…es hora de hablar sobre aquello que sentimos y darle la importancia que merece.
Soy Marcos, puedo aprender de ti y espero que podamos aprender juntos, desterrar ideas de inseguridad y hallar belleza en lo cotidiano…
